Nadine Kessler, la furia alemana.- La flamante ganadora del Balón de Oro femenino 2014 ha sido una de las jugadoras claves en el Wolfsburgo, con el que ha conseguido Bundesliga y Champions League. Fue elegida por la UEFA mejor jugadora de fútbol femenino en la 2013/14 y fue clave en la fase de clasificación del Mundial con Alemania donde anotó cinco tantos.
Kessler llegó al Palacio de Congresos de Zúrich con la discrección que siempre la ha caracterizado cuando se trata de un evento público. Como si no estuviera ahí, con su vestido negro, las miradas se centraban en la brasileña Marta, una habitual de las citas de galardones. Nadine pasó a su lado, como si no fuera con ella la cosa, aguantando un par de fotografías y perdiéndose rápidamente entre la multitud de invitados, saludando con respeto a otros deportistas y, más tarde, buscando su sitio en el patio de butacas.
Siguiendo una gala que menos entretenida fue de todo, Nadine mostraba a veces interés y otras nerviosismo. Era
la gran favorita aunque junto a ella tenía a otras dos titanes como nominadas. Dos jugadoras que han llenado sus vitrinas de trofeos y galardones individuales en los últimos años. Pero iba a ser el día de Nadine.
Primero aplaudió cuando su entrenador, Ralf Kellerman, subió a recoger el trofeo a mejor entrenador del año en la categoría femenina. Con una sonrisa en su boca, Kessler era consciente de que el hombre que subía al imponente escenario que había montado la FIFA era el principal culpable de todos los éxitos cosechados por el Wolfsburgo durante la temporada. Más tarde, ella subió a recoger el galardón, fruto del trabajo de muchos años. Para algunas de sus compañeras, como Verónica Boquete, Kessler era una de las grandes favoritas después de un estupendo año, pero ella seguía sin dar crédito, haciendo gala de su exquisita discrección. “Nunca imaginé que iba a encontrarme en un momento tan maravilloso”. Y después el recuerdo a uno de los jugadores del club que se había encontrado repentinamente con la muerte en un accidente de tráfico a muy temprana edad: Junior Malanda.
Individualmente, el Balón de Oro se suma al premio que recibió de manos de la UEFA como Mejor Jugadora Europea del año 2014. Colectivamente, Kessler ha sido partícipe de un buen puñado de títulos de los que se siente muy orgullosa. De todos y cada uno de ellos.
Su entrenador no podía contener las lágrimas mientras Kessler daba su discurso, con el premio en la mano, vestida de ese negro tan discreto. Kellerman lo sabía y Nadine también. La jugadora había pasado un duro bache. Esa terrible sensación que la llevó a pensar que estaba en el ocaso de su carrera. No era para menos. En dos años, su maltrecha rodilla ha sido expuesta nada más y nada menos que a siete cirugías, de las cuales a Kessler aún le quedan unas cuantas secuelas y se resiente de vez en cuando. El Balón de Oro puede ser el bálsamo perfecto después de hallar la gloria en una tremenda temporada pese a todo.
“Siempre tuvo un gran talento y siempre esperamos que alcanzara el éxito deportivo, pero nunca imaginamos que todo esto pudiese llegar tan lejos”. Son palabras de August, su padre, que mantiene una gran relación con su hija y que siempre la ha apoyado en todo. Desde el primer día. Y es que Nadine comenzó a patear balones cuando tenía tan solo seis años. Lo suyo parecía ser vocacional y nadie era capaz de quitarle la pelota de los pies. Era su mayor entretenimiento. Hoy es la llave que le ha abierto las puertas del éxito.
Debido a su enorme talento, Nadine Kessler pasó buena parte de sus primeros años en el fútbol como integrante de equipos masculinos. No había nivel en el femenino para albergar la calidad de Kessler, al parecer. Allí comenzó a forjarse como una jugadora veloz, versátil, y como una centrocampista todoterreno. Inició sus pasos en equipos como el Herschberg, el Hemersberg y el Weselberg fichando en el 2005 por el Saarbrücken, donde consiguió 37 goles en 52 partidos. Del Saarbrücken paso al Turbine Postdam y de ahí a su actual equipo, el Wolfsburg, donde se ha hecho campeona de la Bundesliga y de la Champions, en una temporada para el recuerdo.
Su lesión no parece detener a la jugadora alemana. Con el césped en la cabeza, su única ambición es seguir ganando títulos. De momento, uno de sus momentos del año ha sido verse encima de un escenario con grandes figuras del
fútbol mundial masculino como el portero Manuel Neuer, o el también ganador del Balón de Oro Cristiano Ronaldo.
Con su habitual discrección y una humildad que se echa de menos en otros jugadores de la élite, Nadine Kessler
ha pasado a engordar su palmarés y a hacer historia en el fútbol femenino.
Sus objetivos a corto plazo son volver a ponerse en forma para repetir hazañas con el Wolfsburg y, sobre todo, el Mundial de Canadá. Nadine debutó en el combinado alemán en 2003 en la Alemania sub15 y ha pasado por las categorías sub17, sub19 y sub20 hasta su debut en la absoluta en 2010, donde ya suma 29 internacionalidades y 10 goles. Aunque le sigue pesando su lesión, algo que no puede quitarse de la cabeza, Nadine da por muy positivo este año. No es para menos. Aunque sigue en fase de recuperación trabaja duro para estar al cien por cien. Plenamente consciente de que Canadá está en el horizonte, cuenta con el apoyo de Silvia Neid, la entrenadora del combinado nacional. La técnica ve a Alemania como una de las contendientes que pueden alzarse con el título y Nadine Kessler, siempre cauta, aboga por esperar a los amistosos antes de empezar el torneo para ver a que nivel se encuentra realmente el combinado alemán.
Mientras trabaja, Kessler no puede olvidar el broche a un año casi perfecto a pesar de su maldita rodilla. La campeona de Europa, la campeona de la Bundesliga, la mejor jugadora europea del año 2014 y la reciente ganadora del Balón de Oro echará el resto para estar presente en Canadá en total forma. Para los menos versados será una oportunidad única de ver a una jugadora increíble. Una centrocampista de corte clásico que acude a las galas en un discreto negro, que ha alcanzado la cima con tan solo 26 años y que no va a rendirse para seguir progresando. Su prueba de fuego puede llegar este verano y estaremos todos preparados para verla en acción. Si su rodilla se lo permite.
Actualmente es la máxima responsable del fútbol femenino en la UEFA. «El negocio no debería ser copiar y pegar del masculino» dijo la alemana nada más llegar al cargo. La podemos ver en todos los sorteos de la Women’s Champions League.
