Cuando solía preguntar a mis alumnos de historia del deporte sobre su conocimiento del Mundial de España en 1982, era muy raro que alguno consiguiera mencionarme algo más que el recuerdo de “Naranjito”-la polémica mascota-, o la mala actuación de nuestra selección. Aunque soy consciente del poco interés que desgraciadamente, y salvando raras excepciones, todavía mostramos hacia el análisis del deporte desde una perspectiva histórica, no dejaba de sorprenderme el total olvido que había tenido este evento desde poco después de su conclusión. Aprovechando el treinta aniversario de su celebración en el 2012, decidí estudiar nuestro Mundial desde un ángulo diferente, tratando de insertar este acontecimiento dentro del contexto social, político, cultural, económico , y como no, deportivo de la España de los años ochenta. En definitiva, entender España ́82 como el símbolo del final de la Transición política.
España ́82: la historia de nuestro Mundial, y su posterior edición italiana escrita junto al periodista Gianni Bondini, Effetto Mundial Spagna ́82, nacieron tratando de dar respuesta a la reflexión anterior. Nuestra recién estrenada democracia debió hacer frente a un gran desafío, demostrar al mundo que estábamos preparados para organizar un proyecto de esta envergadura, y al mismo tiempo, aprovechar el inmejorable escenario internacional que ofrecía el Mundial para presentar una nueva España que parecía dejar definitivamente atrás los oscuros años de la dictadura franquista para llamar a las puertas de la Comunidad Económica Europea (CEE).
El libro afronta una amplia variedad de temáticas, que van desde la exposición de las dificultades y polémicas que rodearon a la financiación del Mundial y los múltiples conflictos que existieron entre el Comité Organizador, la Federación Española de Fútbol, y las diferentes autoridades políticas de ámbito nacional y local. El esfuerzo económico que se realizó fue muy importante, buscando implementar un ambicioso plan de remodelación de infraestructuras, alojamientos, medios de transporte y comunicación, que demandaba desde hacía años el país y que la celebración del Mundial permitió impulsar. Ligado a este último aspecto se inserta la reforma de la Radio Televisión Española, que tendrá como símbolo arquitectónico los estudios de televisión en Madrid y el famoso “Pirulí”.
La remodelación de los estadios, la elección de las sedes mundialistas en pleno nacimiento de las Comunidades Autónomas, el temor a la amenaza terrorista de ETA, las múltiples campañas de publicidad y el merchandising que rodeo a nuestro Mundial, junto con las polémicas que rodearon a la venta de entradas, son algunos de los temas que se afrontan en este trabajo.
Pero el fútbol no puede dejar de ser el eje central del libro, no pudiendo dejar de lado el análisis del desarrollo deportivo del Mundial. Se describe la frustración que representó la actuación de una selección española de fútbol en la que tantas esperanzas se habían depositado, sin olvidar a una squadra azzurra que pasó del descredito al Olimpo de la gloria en tan sólo tres semanas liderada por el “Bambino de Oro”, Paolo Rossi; o la enorme tristeza que supuso ver eliminada a una selección de Brasil que enamoro a todo el país gracias a jugadores como Sócrates y Zico. La Francia de los Platini, Giresse y Tigana, al lado de la Argentina de un joven Maradona o la Alemania finalista de Breitner y Rummenigge. España ́82, pasen y vean.