Stephanie Roche recogía un balón en la frontal del área, lo pinchaba, lograba una suerte de sombrero y después remataba con el alma. El tanto, de una bella factura, era elegido por la FIFA para competir por el Premio Puskas, la categoría que reconoce al mejor gol del año en la entrega del Balón de Oro. Roche competía junto a James Rodríguez y Robin van Persie. Casi nada.

La mercadotecnia y, quizá, la importancia del gol de James Rodríguez por producirse en un Mundial con su selección, Colombia, impidieron a Stephanie Roche subir a la palestra a recoger el premio. Daba igual. Roche ya se había convertido en una de las pocas mujeres en estar nominada en la categoría.
Además, con un 33% de los votos, quedaba segunda.
Con 25 años, la delantera nacida en Dublín se dejaba las rodillas en la calle jugando al fútbol con los chicos. Tampoco había nada mejor que hacer en el suburbio de Shankill. Sus pachangas de por las tardes con los chicos del barrio se convirtieron en su pasión. Durante su corta estancia en el Valeview FC, se dio de bruces con la cruda realidad. Las normas contra el fútbol mixto la llevaron al equipo de las Cabinteely Girls.

Ahí Roche se dio cuenta de que era una mujer que jugaba al fútbol femenino. Por suerte no había nacido en España.
Su carrera ha estado unida a un buen puñado de clubes de esos que no se ven, que parece que no existen, donde ha ido forjando su carácter indomable dentro del campo y donde ha ido progresando en la mejoría de su juego. Primero fueron las ya mencionadas Cabinteely Girls, de donde pasó al Stella Marris donde conformó una buena sociedad con la jugadora Áine O’Gorman. Entre las dos formaron una de esas parejas temidas por la zaga contraria. El tándem con O’Gorman y un progreso más que evidente le sirvieron a Roche para conseguir una de las becas de la Asociación de Fútbol de Irlanda (FAI) para estudiar en Sallynoggin y para ser incluida en el equipo irlandés de institutos, donde pudo participar en un par de amistosos por tierras escocesas.
Su debut goleador se produjo en el Dundalk City, equipo al que llegó tras pasar por el Stella Marris y su gran temporada le sirvió para que la Liga Inglesa, la FWSL, se fijara en ella. De esta manera llegó a las Doncaster Rovers para realizar una prueba.
En 2009 Roche fichó por el Raheny United para pasar después al Peamont United donde jugó la Champions League femenina y cuyas actuaciones le valieron para hacerse con la Bota de Oro por sus 26 goles.

Internacionalmente, Roche llegó a la selección femenina de Irlanda a edad muy temprana, por lo que ha pasado por todas y cada una de sus categorías. Debutó contra Islandia en la absoluta, en un partido clasificatorio para la Eurocopa de 2009 y anotó su primer gol como internacional absoluta contra Kazajistán.
A pesar de haber tenido sus más y sus menos con Susan Ronan, la entrenadora de la selección que prescindió de los servicios de Roche, su gol, su gran gol, le ha vuelto a abrir las puertas de la selección femenina.

Marta no es una primeriza en esto de las galas y de los premios. Ganadora del FIFA World Player cinco veces consecutivas (2006, 2007, 2008, 2009 y 2010) se hace raro una gala del Balón de Oro en la que no esté presente la brasileña. A pesar de haberlo ganado prácticamente todo, no parece estar cansada de seguir cosechando triunfos.
Como persona que entró en la lista de los 100 brasileños más influyentes, Marta nunca pierde la sonrisa. Ni en los grandes eventos, ni en la sala de prensa, ni, por supuesto, en el terreno de juego, aunque, como todos, ha tenido sus más y sus menos y sus momentos de tensión.
Debutó profesionalmente en 1999 en el Centro Sportivo Alagoano para pasar al Vasco da Gama y, más tarde, al Santa
Cruz-MG hasta llegar al Umea IK sueco, sin lugar a dudas su trampolín para darse a conocer en Europa.
Uno de los referentes del fútbol femenino brasileño, a sus 28 años ha conocido la cara más alegre del fútbol y, también, la más amarga. Marta es una de las líderes de la selección brasileña, donde ha conquistado dos Juegos Panamericanos (2003 y 2007) y dos medallas de plata en los Juegos Olímpicos de Atenas (2004) y Pekín (2008). Su fama y su crecimiento fue tan rápido que no dudaron en compararla con Pelé. Por si fuera poco, Marta tuvo el honor de ser la primera mujer en dejar su huella en el curioso paseo de la fama del Estadio Maracaná junto a la de otras grandes figuras de la historia del fútbol.
Sin duda alguna, los récords de galardones de Marta son fácilmente comparables a los conseguidos por jugadores en la en categoría masculina. No todo el mundo se lleva un FIFA World Player cinco años consecutivos.

Uno de sus momentos más alegres y a la vez más dolorosos lo vivió durante el Mundial femenino de 2007. Su gol contra Estados Unidos en la semifinal sirvió a Brasil para disputar la primera final de su historia, aunque quedaría en segundo lugar. Eso sí, individualmente, además de su segundo puesto, Marta no se iría de vacío. Se llevó el Balón de Oro femenino  de la competición y quedó como la goleadora del torneo con 7 tantos.
En el Tyresö sueco, su multitud de premios y su progresión como goleadora nata la llevaron a la aventura estadounidense. Recaló en Los Angeles Sol, con un traspaso de tres meses al Santos durante el descanso de la WPS, donde ganó la Copa Libertadores (2009) y la Copa de Brasil de Fútbol Femenino y recaló después en el FC Gold Pride, un equipo de nueva creación tras la desaparición de la franquicia de Los Angeles Sol.
En sus vitrinas no para de acumular trofeos y con su edad puede que no se detenga en unos años. Dos Botas de Oro de la WPS, Balón de Oro del Mundial sub20 (2004), Balón de Oro del Mundial 2007, Bota de Oro del Mundial 2007, Balón de Oro de la Copa Libertadores (2009) y así hasta una buena colección de trofeos que la designan como máxima goleadora, jugadora más valiosa de los partidos y una de las grandes jugadoras en activo del fútbol femenino.

Lousa Necib es una de las centrocampistas francesas con más proyección. Comparada con Zinedine Zidane en infinidad de ocasiones, algo que ella se ha tomado con humildad, pero también como un orgullo, esta francesa de 28
años nacida en Marsella ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, rematando la faena con su inclusión en las nominadas al Balón de Oro, la segunda vez que se metía en la terna después de quedar en la novena posición en 2011.
Debutó en 2002 en el Celtic de Marsella y dio el salto a la primera división francesa en las filas del CNFE Clairefontaine. Su primer título como jugadora llegó en el Montpellier, la Copa Francesa, y de ahí pasó al Olympique Lyon, donde se ha consagrado como toda una estrella y ha engordado su palmarés con seis Ligas, tres Copas de Francia y dos Ligas de Campeones.

Con Francia debutó el 2005 en un amistoso contra Noruega, para pasar posteriormente a ser seleccionada para el Mundial Sub20. El primer torneo con la absoluta fue la Eurocopa de 2009 y desde entonces ha jugado el Mundial de 2011, los Juegos Olímpicos de 2012 y la Eurocopa de 2013.
Además, Necib tiene el honor de haber sido nominada al Premio Puskas en 2013 por un gol al Saint-Etinne en Liga.

jugadoras históricas

Aya Miyama es una de las grandes jugadoras japonesas. La centrocampista, internacional por Japón y actualmente en el Okayama Yunogo Belle de la Nadeshiko League, comenzó su carrera en un club fundado por su padre y sin descuidar sus estudios se mantuvo jugando al fútbol, su verdadera pasión.
Engrosó las filas del NTV Beleza, uno de los grandes clubes femeninos de Japón que jamás ha conocido el descenso para recalar después en su actual equipo. Ya en el Okayama ha tenido la suerte de competir en otras ligas. Llegó en 2009 a Los Angeles Sol y con la desaparición del equipo pasó al Saint Louis Athletica y más tarde a las Atlanta Beat.

Con la selección absoluta japonesa, Miyama destacó sobremanera en el Mundial de 2007 y más tarde en el Mundial de 2011, donde Japón se convirtió en el primer asiático en levantar un Mundial femenino. En el torneo, Miyama dio cuenta de su gran calidad con un gol a Nueva Zelanda y un libre directo a Estados Unidos que llevó a las niponas a la final.
Ha sido Jugadora del Año para la AFC en 2011 y 2012 y, como capitana, se colgó la medalla de plata en los Juegos de Verano de 2012. Su nominación al Balón de Oro femenino, ya con 30 años, ha sido un paso más en su estupenda carrera.