Mundial Qatar 2022

Llega el frío reventando la puerta otoñal  de manera abrupta y con ello llega un nuevo Mundial de fútbol. Sí, un Mundial en Noviembre. Suena extraño todas esas palabras en la misma frase pero cosas del destino o más bien del “negocio” este del fútbol moderno. Quién si no, un país como Qatar para organizar un torneo de este calibre en unas fechas que rompen las competiciones domésticas amén de las europeas, montando en el petrodólar y al mismo tiempo con más diferencias socioeconómicas que muchos otros países que podrían haberlo organizado igual de bien. Asistimos a un torneo que cuando se ponga a rodar el esférico todo se olvidará pero bien cabe recordar el país donde se celebra y los inexistentes derechos humanos del mismo. Pero vayamos al opio del pueblo, el fútbol y en nuestro caso nuestra selección, “la roja” que últimamente anda convulsa como su capitán de barco.

España se planta en Qatar después de sufrir para clasificarse, en una fase eliminatoria “movida” por así decirlo. Nuestro arquitecto jefe, Luis Enrique, siempre ha tenido confianza en este grupo y eso es de agradecer. Realmente, si preguntamos a la gente ahora mismo acerca de las opciones de España en este Mundial, 3/4 partes afirmarían que el mismo será testimonial. No hay confianza.

Esta palabra es lo que hace temblar los cimientos ahora mismo. Especialmente porque dichos cimientos están “parcheados” por un jefe de obra obtuso que propuso un diseño arquitectónico del equipo Español basado en su idea y no se paró a pensar en si debía mezclar su idea con las mejores opciones de materiales de construcción. No es lo mismo llevar un buen ladrillo que paja para la construcción, a lo que no es lo mismo dejarte jugadores del calibre de Borja Iglesias, Iago Aspas, Mikel Merino etc. en casa. Luis Enrique es así por naturaleza, todos lo conocemos y es de agradecer la confianza que tiene en su grupo, aunque las estadísticas no le den la razón y ahora mismo nuestra selección no esté entre las favoritas.

Centrándonos en el papel que puede desempeñar España en este mundial, la roja aspira partido a partido a ir subiendo escalones. Porque ahora mismo un encuentro es un mundo para este equipo. La fase de grupos se antoja reñida, porque ya sabemos que lo de los favoritismos con España no va. Alemania parte como la gran favorita, una selección que también vive su particular proceso de regeneración pero que a diferencia de España sí ha sabido colocar bien sus cimientos de base. Por otra parte Costa Rica y Japón son las “tapadas” pero ya sabemos que si España adolece de esa falta de pegada arriba puede que haya problemas.

 Mundial Qatar 2022

Este equipo va a necesitar más que nunca que su único delantero puro (Morata) esté fino cara a portería. Sorprende que solo se lleve a un delantero referencia, ya que los demás jugadores no son killers de área sino más bien banderilleros. Respecto al centro del campo las opciones son más variadas aunque se adolece de algo fundamental hoy en día en el fútbol: imaginación. Frente a rivales que en la mayor parte de los casos se encierran, se necesita este perfil de mediocentro creativo y en España ahora mismo salvo Pedri, no hay ese perfil. En cuanto a la defensa, toca confiar en que el equipo se muestre sólido ante rivales de gran calibre y que el físico aguante (véase Carvajal, Jordi Alba…).

España se ha plantado en Qatar con un edificio parcheado que da la sensación que podría haber sido mucho mejor planteado. Ahora solo queda esperar que aguante el temporal que se avecina. Su diseñador jefe no tiene dudas y respecto a los aficionados aunque antes critiquemos todo, sabemos que cuando suene el pitido inicial del primer partido de nuestra selección estaremos todos juntos sujetando los cimientos de nuestro edificio. No podría ser de una forma diferente.

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