Suecia 1958. España no va y, por fin, Brasil ganó ale Mundial con aquel formidable equipo de Zagalo, VAvá, Didí,… y un chaval de 17 años llamado Pelé. Pero el genio indiscutible era Garrincha, el más grande regateador de todos los tiempos. Odolatrado en su país, sin embargo, murió pobre y casi olvidado. Peculiar personaje, tras ganar la final a Suecia, Garrincah mostró su extrañeza con una frase que ya es Historia.