El 27 de octubre de 2009, el Real Madrid perdió 0-4 ante el Alcorcón por los 16vos de final de la Copa del Rey.
La Copa del Rey siempre ha sido una competición bonita donde podemos como todos los equipos españoles luchan con todas sus fuerzas para lograr el tan anhelado título que los lleve a la gloria. Por supuesto el Alcorcón no es la excepción a la regla y es por esa razón que en su historia siempre habrá un antes y un después luego de aquella victoria histórica ante el Real Madrid.
Nadie imaginaba que el todopoderoso Real Madrid pudiese perder ante un equipo de Segunda B y sobre todo tras lograr las incorporaciones de Cristiano Ronaldo, Kaká o Karim Benzema y la llegada de un entrenador como Manuel Pellegrini para contrarrestar todo lo que había conseguido el Barcelona la temporada anterior con Pep Guardiola. Aquel martes “negro” será recordado por siempre como el Alcorconazo, título que se le dio a esta histórica victoria, la cual jamás será olvidada para ninguna de las dos hinchadas.
Al primer cuarto de hora de este partido de Copa Del Rey, el ex de la cantera blanca Borja Pérez adelantaba al Alcorcón con justicia, gracias a un gran disparo cruzado que el meta Dudek no pudo evitar. Tan solo 7 minutos después y ante la pasividad de le defensa merengue, Álvaro Arbeloa marcaría el segundo en propia puerta luego de una maravillosa jugada del Alcorcón por banda izquierda, que en ese momento era defendida por Drenthe y que prácticamente era el punto más débil de la defensa del Real Madrid.
Con el 2-0 en contra, dio la sensación que alguien podría tomar las riendas del partido e intentar calmar un poco las aguas por parte del equipo del Ingeniero Pellegrini. Rafa Van der Vaart con más amor propio que otra cosa, remato dos veces a portería con poca fortuna y es justo allí cuando en el minuto 39 de partido, el conjunto local se dio cuenta que la banda defendida por Drenthe era una auténtica autopista y Ernesto Gómez marcaría a placer el tercero de la noche tras un gran pase de Diego Castro ante la mirada atónita de la zaga blanca.
En la segunda parte con la entrada de Fernando Gago se tuvo la “ilusión” de que los blancos podrían por lo menos marcar un gol que los metiera nuevamente en el partido. Pero nada más lejano de la realidad pues una nueva contra le permitió a Borja meter el segundo de su cuenta personal y sentenciar el 4-0 definitivo para el Alcorcón. A partir de ese momento el Real Madrid era como una especie de muerto viviente deambulando por la cancha sin rumbo fijo pues en ningún momento dio señales de querer salir hacia adelante o de demostrar todo ese orgullo del cual siempre ha hecho gala a lo largo de su historia. Desde el banquillo la única solución que pudo encontrar Pellegrini fue la de sacar a Raúl González Blanco quien estaría sin saberlo, disputando su última temporada como jugador del Real Madrid, para darle entrada al siempre inquieto Ruud van Nistelrooy quien tuvo su chance de marcar, pero fue impedida gracias a la gran actuación de Juanma portero de los locales.
En el Municipal de Santo Domingo jamás se podrá olvidar aquella noche donde su equipo, el humilde Alcorcón humilló en Copa del Rey al todopoderoso Real Madrid y los hizo vivir una auténtica pesadilla que con el paso del tiempo es una herida difícil de cicatrizar.
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