Aunque el Mundial de Catar lo ganara Argentina y Lionel Messi fuera la estrella del torneo y el encargado de levantar el trofeo, hubo otro futbolista que salió muy reforzado en su estatus después del torneo.

Kylian Mbappé fue ese otro futbolista. Y ello ocurrió a pesar de que fuera subcampeón con su selección. Haber ganado su segundo mundial consecutivo hubiera sido la guinda y el aproximarse a un hito solo digno de astros de la historia del deporte como Pelé, que ganó 3 mundiales, de los cuales dos fueron consecutivos.

Mbappé tiene el ego más grande que he visto en mi vida”

Mbappé hizo un hat-trick en la final del torneo mundialista y además marcó en la tanda de penaltis, algo nunca hecho por un futbolista, por lo que no ganar, pese a ello, resultó más frustrante. Tuvo mucho mérito marcar los dos penaltis que tiró, ya que enfrente tenía a Emiliano Martínez, un portero que ha demostrado y demostró en la misma final ser un experto parapenaltis. Aun así, seguramente el jugador de apenas 24 años recién cumplidos el pasado 20 de diciembre hubiera preferido no marcar y haber ganado el torneo, por segunda vez consecutiva.

En la misma final Mbappé demostró que está a otro nivel en su forma física, un aspecto crucial en el fútbol actual. Pocos jugadores hay que en el minuto 120 de la prórroga puedan hacer dos bicicletas y seguir haciendo sprints como si fuera el primer minuto de partido. Su potencia es endiablada y cada vez que arranca los rivales temen para después sufrir ante sus cambios de ritmo.

Lo que es un hecho es que con veinticuatro años ya ha ganado un mundial y ha llegado a la final del siguiente, siendo además protagonista en ambos torneos.

Mbappé ha confirmado lo que siempre se dijo de él, que iba a ser un futbolista de talla mundial.

Ya cuando explotó en el Mónaco en la temporada 2016-2017 empezó a sonar para los grandes clubes de Europa, que estaban planteándose pagar cifras astronómicas. Al final fue el París Saint Germain el que se llevó el gato al agua con una cesión que significaba indirectamente su traspaso al club parisino.

 

Desde entonces, se ha convertido en el jugador referencia en su selección y en su club, aunque en su selección hay algún otro jugador como Griezmann que tiene gran protagonismo y liderazgo, y en el París Saint-Germain Messi, por su trayectoria, puede rivalizar en ese sentido.

Las cifras que ya lleva registradas en su carrera profesional, en la cual solo ha pasado por Mónaco y PSG, son de vértigo. Lleva 148 goles en 199 partidos de la Ligue 1, 59 goles en 40 partidos de Champions y 24 goles en 24 partidos en el torneo copero francés. Además, su aportación no se limita al apartado anotado, ya que ha dado más de cien asistencias a lo largo de su carrera.

En la selección francesa ha marcado 36 goles y ha dado 23 asistencias en un total de 66 partidos. Parece claro que se convertirá en el máximo goleador histórico de la selección francesa tarde o temprano. Hasta el propio Giroud, que ostenta ese honor con 53 tantos, no dudó en afirmarlo.

En la presente temporada sus cifras siguen siendo envidiables. Lleva 13 goles en 16 partidos, en la Champions League 7 tantos en 6 partidos y acumula 5 asistencias entre ambas competiciones.

Tampoco parece que se le vaya a escapar ser el máximo goleador histórico de los mundiales. En los 2 mundiales que ha disputado lleva 12 goles y 8 de ellos los marcó solo en este Mundial de Catar. El récord lo posee Miroslav Klose con 16 tantos.

Por qué Kylian Mbappé habla un casi perfecto castellano si nunca ha jugado en España... aún?

Dejando de lado los récords individuales, Mbappé ya ha ganado 13 trofeos a nivel colectivo en el fútbol francés. Por ello, su gran objetivo y el principal objetivo del PSG es conquistar de una vez por todas la Champions League. Estuvo cerca en 2020, pero cayó en la final ante el Bayern de Múnich.

Parece solo cuestión de tiempo que acabe siendo reconocido como el mejor jugador del mundo con algún premio individual como el Balón de Oro o el The Best. Le allanará mucho el camino el hecho de que competidores como Lewandowski, Messi o Benzema ya estén cada vez más cerca de la retirada, o al menos cerca de dejar el fútbol de alto nivel. Habrá que ver si lo consigue en el PSG o en otro equipo, pero lo que está claro es que es el príncipe, con el permiso de Halland que es cerca de dos años más joven y todavía no ha podido demostrar tanto, de la nueva generación de estrellas del fútbol destinada a suceder a los Messi y Ronaldo que tanto tiempo han reinado en el deporte rey.