Los gigantes son seres mitológicos, altos como árboles y fuertes como rocas, ¿pero si te digo que en Holanda existió uno de verdad me creerías? Se llama Edwin Van der Sar, o más conocido como el gigante de la portería. Con su agilidad se convirtió en un portero increíble y con sus casi dos metros de altura impuso mucho respeto. A los delanteros rivales se les hacía pequeña la portería y esto llevó a Van der Sar a conquistar dos champions, un guante de oro y a ser nombrado mejor portero de Europa en tres ocasiones. El holandés volador era una bestia competitiva, con 38 años se convirtió en héroe y con sus brazos de hierro en leyenda. Relájate, porque vamos a disfrutar de Edwin Van der Sar, el gigante de la portería.

Edwin van der Sar Fondos de pantalla HD y Fondos de Escritorio

Edwin Van der Sar nació en octubre de 1970 en la ciudad neerlandesa de Voorhout.
Desde bien pequeño se interesó por el fútbol, pero debido a su altura y a su cuerpo extremadamente delgado, solo podía jugar de portero. Con 8 años sus padres le apuntaron con el equipo del pueblo y tan solo dos años después pasó a la cantera del Noordwijk. Allí estuvo tan solo dos años, ya que debido a su extremada altura un ojeador del Ajax decidió ficharlo para las inferiores del club. El espigado Edwin llegó a Amsterdam con 13 años, allí se formó como portero hasta septiembre de 1990, donde Leo Beenhakker decidió subirlo al primer equipo. De esta forma y con 20 años Edwin debutaba con el mejor equipo del país.

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Sus tres primeras temporadas con el Ajax fueron complicadas, fue suplente de Stanley Menzo, jugó poco más de 20 partidos y a nivel de títulos tan solo pudo conquistar una copa y una UEFA en la que no jugó ni un solo partido, pero lo cierto es que Edwin estaba trabajando en la sombra, y en la temporada del 93/94 demostraría en la bestia que se estaba convirtiendo.
Esa campaña Van Gaal confió en él como portero titular y el gigante dió el salto que le faltaba. Su físico delgado y pálido llamó mucho la atención a los aficionados, y esto hizo que le apodaran como pinocho, ya que parecía de madera. El club sacó a jugadores jóvenes y
con talento como Davids, Seedorf, Litmanen y esto hizo que conquistara su primera liga holandesa. Tras esa gran temporada Edwin fue nombrado como mejor portero de europa por France Football, y esto hizo que Dick Advocaat lo convocara para disputar el mundial de Estados Unidos. Allí no tuvo la suerte de jugar, pero la experiencia para un joven de 24 años fue brutal.

Ya de vuelta con el Ajax iniciaría su 5 temporada allí y sin duda alguna esta fue la que lanzó al gigante al estrellato mundial. Van Gaal había hecho un auténtico equipazo, donde mezclando juventud y veteranía convirtió al Ajax en un coloso temible para cualquiera. Esa
campaña volvieron a conquistar la liga, pero el título más importante llegó en Europa. Tras eliminar al Split en cuartos y al Bayern en semis los de van gaal se plantaron en la final. Allí se encontraron al el Milan, donde con un tanto de Kluivert y gracias a las actuaciones de Van der Sar el Ajax conquistaba su cuarta Copa de Europa. La alegría fue tremenda, ese grupo de jugadores tocó el cielo, y Van der Sar volvió a ser nombrado como el mejor portero de Europa.
Tras ese temporadón la 95/96 volvió a ser bestial, conquistaron la intercontinental, la supercopa de Europa y una nueva liga, la tercera de forma consecutiva. Lamentablemente aquel año no pudieron ponerle la guinda al pastel, ya que perdieron la final de la Champions en la tanda de penaltis ante la Juve, siendo este el final de la era dorada del Ajax.

Einde van een tijdperk: Edwin van der Sar stopt - NRC

Ese verano el gigante disputó su primera Eurocopa con los países bajos y esta vez ya si que fue titular. Allí no lograron pasar de cuartos, ya que cayeron ante Francia en los penaltis, pero para Edwin fue una gran experiencia.
Tras la Eurocopa regresó con el Ajax, pero allí ya nada volvió a ser lo mismo. Los grandes clubes desmantelaron poco a poco aquel equipo ganador, y la del 96/97 no conquistaron ningún título. Esto provocó que Van Gaal saliera del club y para Edwin fue un palo. La siguiente temporada mejoró la situación, Van der Sar se echó al equipo al hombro, se convirtió en el mejor jugador del equipo y con sus paradas logró conquistar un doblete, la copa y otra liga. Esa temporada recibió el premio al mejor jugador de la liga, y ya como uno de los mejores porteros del mundo, ese verano disputaría su segundo mundial, el de Francia. Allí hicieron un torneo increíble, donde tras eliminar a Yugoslavia en octavos y a Argentina en cuartos, partido por cierto en el que Edwin provocó la expulsión del burrito ortega, lograron plantarse en semifinales. Allí se encontraron ante la Brasil de Ronaldo, donde tras un empate a 1 irían a la tanda de penaltis. Allí no pudo hacer nada, donde con los fallos de Cocu y De Boer se quedarían fuera de la final.

Tras la eliminación Edwin regresaría a Amsterdam para disputar su novena temporada con el Ajax y esta fue lamentable. Ya no quedaba ni rastro de aquel equipo ganador, el gigante era de lo poco que mantenía el equipo, así que tras conquistar tan solo la copa y de milagro,
comunicó que quería salir del club. Ya tenía 29 años y quería vivir nuevas aventuras. Grandes equipos estaban interesados en el gigante, así que en verano del 99 y tras 14 títulos con el Ajax, Van der Sar decidió cambiar de aires.
La Juventus pagó 8 millones de euros por él, precio muy alto para un portero, pero Edwin lo valía. Los aficionados estaban muy ilusionados con él, este parecía el paso que le faltaba dar en su carrera, pero lamentablemente el equipo no pasaba por una buena época. En Turín tan solo estuvo dos temporadas, en las que tan solo conquistó una Copa Intertoto. Su paso por Italia fue extraño, lo cierto es que hizo dos buenas temporadas, su rendimiento fue muy bueno y la afición lo quería, pero tuvo la mala suerte de que el club decidió fichar a Gianluigi Buffon. El italiano venía pisando fuerte y debido a que Edwin ya tenía 31 años el club le comunicó que sería el portero suplente. Esto hizo que el holandés se negara y el club lo puso a la venta. Tras un verano un poco movidito el Fulham de la liga inglesa decidió pagar 10 millones de euros para hacerse con el gigante.

De esta forma y tras dos campañas con la Juve Edwin llegaba a Inglaterra para jugar con el Fulham. Ya tenía casi 32 años, todo el mundo pensaba en que se retiraría allí, pero año tras año Van der Sar se encargó de demostrar lo contrario. Con el Fulham estuvo 4 temporadas, campañas en las que fue titular en todas mostrando un gran nivel. Pese a que el club no era ni mucho menos una potencia en Inglaterra, puso el cerrojo bajo palos, donde se ganó el apodo del Holandés volador. Con sus manos salvadoras logró clasificar al equipo en mitad de la tabla sin pasar apuros para salvarse, pero las alegrías no terminaron aquí, ya que ayudó al club a conquistar la Copa Intertoto del 2002, trofeo que conquistaron tras vencer al Bolonia en la gran final.
Tras esas cuatro grandes temporadas con el Fulham llegó lo que nadie se esperaba, el Manchester United estaba interesado en él, así que decidió pagar 4 millones de euros para hacerse con el veterano guardameta.

Edwin van der Sar Fondos de pantalla HD y Fondos de Escritorio

Van der Sar ya tenía 35 años, pero Ferguson lo tenía claro, quería veteranía en la portería, y desde el primer día la tuvo. La del 2005 fue su primera temporada en Old trafford y pese a que los aficionados no lo tenían muy claro Edwin fue el primer portero, lo cierto es que esa
campaña no fue muy buena, encajó 33 goles en liga y tan solo conquistaron la Curling Cup.
Tras su debut en Manchester ese verano sería convocado para disputar su tercer mundial y último mundial, el de Alemania. La selección tenía muchas ganas de redimirse en este mundial, ya que tanto en la Eurocopa del 2000 como en la del 2004 cayeron en semifinales.
En fase de grupos pasaron como segundos por detrás de Argentina, pero la ilusión por campeonar se terminó muy pronto. En octavos cayeron por 1-0 ante la Portugal de Cristiano Ronaldo, siendo este un nuevo tropiezo de Edwin con la orange.

Tras la copa del mundo iniciaría su segunda temporada como red devil, y esa temporada daría inicio a su segunda juventud. Lo que hizo Edwin durante las 6 temporadas que estuvo en Manchester es digno de estudio, con 36 años viviría su mejor época como guardameta y es que con sus paradas fue fundamental para que el club viviera una de sus mejores etapas. Junto a jugadores como Vidic, Scholes, Rooney o Cristiano Ronaldo se hinchó a ganar trofeos, 4 Premiere leagues, 3 community shields, 2 copas de la liga y su segunda orejona,
la champions league del 2008. Esta fue la que conquistaron frente a su máximo rival nacional en aquel momento, el Chelsea. Durante el partido empataron y en la tanda de penaltis ocurrió la magia del holandés volador, donde con su paradón en el penalti decisivo a Nicolás Anelka, los red devils se proclamaban campeones de Europa. El gigante lo había hecho, con 37 años acababa de conquistar su segunda champions. Gracias a esa temporada recibió su tercer guante de oro. Lamentablemente y como todo en la vida su periplo en Old Rrafford no solo fueron alegrías, ya que no pudo hacer nada para evitar que el Barça de Messi y Guardiola le arrebataran dos finales de champions, la de 2009 y la de 2011. Partidos en los que fueron arrollados por el club culé. Precisamente fue en esta segunda final el partido en el que Van der Sar decidió que ya era hora de colgar las botas.
En aquel entonces ya tenía 40 años, su contrato en Manchester acababa de terminar, y tanto él como el club decidieron que ya era hora de dar paso a su relevo en la portería.
De esta forma, en verano de 2011 y tras 12 títulos con el United, Edwin colgaba los guantes convertido en una auténtica leyenda de los tres palos.

Pero para sorpresa de toda su carrera no terminó aquí, ya que en 2016 el Noordwijk, club en el que comenzó decidió ficharle para disputar un partido. Jugaban contra los segundos y decidieron contar con Edwin para ayudarles con el ascenso a la tercera división
neerlandesa. El gigante aceptó y pese a tener 45 años se volvió a poner los guantes. Como no podía ser de otra forma en aquel partido Edwin paró un penalti. Tras terminar el partido con empate declaró que ya no volvería a jugar y que esa había sido la última vez en la que veríamos a uno de los mejores porteros de la historia bajo los tres palos.