“En el campo Salmantino, con la encina y el balón, un equipo juega al fútbol con deseos e ilusión…” así comienza el himno de un equipo que caló hondo en nuestros corazones, no sólo por su emotivo lema sino por lo que representó para todos los aficionados charros. Hablamos del equipo del Tormes, hablamos del equipo charro…la Unión Deportiva Salamanca. Un club que por desgracia ahora mismo ya no existe, debido a las malas gestiones (un mal endémico y común en los equipos del fútbol moderno) pero que transmitió emociones en una ciudad que intentó por todos los medios salvar al equipo de sus amores hasta las últimas consecuencias.
Hagamos un viaje al pasado: Año 1923, café Novelty, Plaza Mayor de Salamanca. Allí se forjó el nacimiento de la Unión Deportiva Salamanca (U.D.S.) de la mano de Federico Anaya, que adquirió unos terrenos (El Calvario) por unas 70.000 pesetas, para construir un campo de juego reglamentario. Desde ese momento asume la primera presidencia del equipo blanquinegro y comienza la historia del club salmantino teniendo como primer rival en su historia al club portugués Salgueiros. No hubo que esperar mucho tiempo para ganar algún campeonato pues en dicha temporada 1923/1924 la UDS se proclama campeona regional ante equipos como el Zamora o la Cultural Leonesa. El Salamanca fue poco a poco creciendo y en sucesivas temporadas siguió compitiendo en el Campeonato Regional con Real Unión Deportiva, Club Deportivo Español, Cultural Leonesa o Zamora y concretamente en la temporada 1925-1926 aparece otro club en la ciudad: Stadium Luises (para más inri ascendió al campeonato Regional en su primer año de vida). Desde la temporada 1926-1927 la ciudad del Tormes comienza a vivir su particular “derbi” entre la UDS y el Stadium Luise (lo gana este último no exento de polémica y con invasión de campo incluida). No obstante la alegría del Stadium Luise duró poco tiempo pues se disolvió en la temporada 1927-1928. Conforme nos acercamos a los años de la II República, la crisis en el mundo del fútbol se acentúa y el Salamanca también se ve golpeado duramente por ella, sobreviviendo a duras penas y teniéndose que retirar del Campeonato Regional en la temporada 1929-1930.
Con la instauración de la II República, a partir de la temporada 1931-1932 el Salamanca ve cortada de raíz su progresión y se dedica a jugar amistosos durante dicho periodo. Hasta la temporada 1932-1933 no se volverá a ver un título en las vitrinas charras, con la consecución del Campeonato Regional Preferente. Ya en la temporada 1934-1935, el Salamanca domina con puño de hierro la categoría comandado por uno de sus primeros jugadores estrellas: Óscar.
Se destapa como un gran goleador (ocho partidos seguidos marcando y 11 goles en total). La progresión del equipo no conoce límites y el momento clave llega en la temporada 1935-1936 con una UDS peleando contra el Santoña por el ascenso a la Segunda División española…una derrota por 2-0 en campo rival aleja el sueño, pero este equipo se ha caracterizado siempre por luchar en las vueltas y con un brutal 8-0 le devuelve la moneda al Santoña, logrando el ansiado ascenso a la 2a división. Posteriormente la Guerra Civil Española estalla y el equipo no podrá debutar en dicha categoría hasta la temporada 1939-1940, donde acaba en 5o lugar. Pero desde 1943 volvieron los malos tiempos y el equipo azotado por nuevos problemas económicos desciende a la Tercera División y no volverá a subir hasta la temporada 1944-1945. Y desde este momento la pelea por volver a subir a Segunda División es encarnizada y contra viento y marea y tras varios intentos fallidos…volvemos en la temporada 1948-1949 de la mano de grandes nombres como Floro, Párraga, Paquito, De la Mata, Foces, Gutiérrez, Nano, Loren…
Desde la temporada 1950-1951 el equipo consigue asentarse en la categoría de Plata del fútbol español pero por poco tiempo, ya que en la temporada 1952-1953 vuelve a descender a la tercera División. Y aquí se inició una época un tanto “oscura” con sucesivos intentos de volver a la Segunda División pero sin éxito...hasta que en la temporada 1959-1960 la UDS sube de nuevo a la 2a División gracias a su 2o puesto en Liga y la superación de las eliminatorias finales ante la Real Sociedad Gimnástica de Torrelavega, Círculo Popular de la Felguera y C.D.Alavés (por 2-0 en casa y 1-1 en Vitoria). Sin embargo el equipo charro tuvo que volver a pasar el mal trago del descenso al infierno de Tercera en la temporada 1963-1964. La desgracia fue aún mayor ya que al equipo charro le esperaba de nuevo un largo trecho en dicha categoría, concretamente hasta la temporada 1968-1969, donde se lograr el ansiado ascenso
a Segunda División, gracias en parte a las buenas incorporaciones de Justo, Garrido, Mayoral, Barazal y el gran Paulino (revelación de la Liga y con 10 goles al final del campeonato). Aquí también llega uno de los hitos más importantes de la historia del este gran club: se inicia el proyecto que dará paso del campo del Calvario al Estadio Helmántico (de la mano del presidente Augusto Pimienta de Almeida) más conocido para los aficionados charros de tiempos modernos. Sin embargo la alegría duró muy poco y el equipo vuelve a bajar en la temporada 1969-1970, teniendo por tanto el debut del nuevo estadio Helmántico un “mal recuerdo”. Sin embargo la llegada al banquillo del gran “García Traid” trae buenas nuevas al equipo en la temporada 1972-1973 con el ascenso a la 2a división, después de haber arrollado durante toda la temporada con un 1er puesto permanente a lo largo de la misma y de la mano de hombres como Sánchez-Barrios, Néstor, Huerta, Curro, Diego…La época dorada de García Traid al mando de la nave blanquinegra ve alcanzado su clímax máximo en la siguiente temporada 1973-1974 con el primer ascenso de la Unión Deportiva Salamanca a la Primera División Española, el primer ascenso a la mayor categoría del fútbol español en toda su historia de la mano de hombres para el recuerdo como Aguinaga, Lacasa, Muñoz, Febrer, Iglesias, Chaves, Robi y Rial. Y aquí comienza la época dorada del Salamanca en la Primera División. El gran García Traid dejará posteriormente huérfano al Salamanca en la temporada 1978-1979 al fichar por el Real Betis pero aparecen nombres ilustres en la UDS que permiten al equipo mantenerse en Primera tales como Jorge D ́Alessandro (te queremos gordo), Corominas, Pedraza, Febrer, Iglesias, Robi y Rial. Pero todo lo bueno tiene su fin y para la UDS no será menos pues en la temporada 1980-1981 el equipo baja a Segunda.
Al Salamanca parece que le había gustado tanto la Primera que no tardó nada en volver en esta misma temporada, aunque posteriormente sólo pudo mantener la categoría hasta la temporada 1983-1984, donde descendió a la Segunda B. Y es entonces cuando con nuevo inquilino en la presidencia Juan José Hidalgo (Pepe Halcones), se produce el regreso del hijo pródigo, García Traid, y consigue lo inimaginable: el entrenador de oro alcanza de nuevo el ascenso del Salamanca a la Segunda División de la mano de grandes nombres como Balta o Sito (grande campeón) en la temporada 1987-1988 y con Jorge D ́Alessandro como director deportivo desde 1985. Sin embargo esta vez el entrenador aguantará poco en el equipo pues será cesado por Hidalgo en la temporada 1988-1989.
El equipo se mantiene en Segunda y en la siguiente temporada tiene lugar uno de los hechos más tristes, pues el ex – entrenador García Traid fallece a causa de una operación de estética, lo que provoca uno de los momentos más duros en la parroquia charra, con la muerte del entrenador que más éxitos llevó a la ciudad castellano-leonesa. Al mismo tiempo aparece el gran central Torrecilla, haciéndose un hueco en la defensa del equipo. Después de dicho varapalo, el equipo sufrirá un nuevo descenso a la Segunda B en la temporada 1990-1991. Y aquí comienza otro terrible periplo por las ciénagas del fútbol español…hasta que de la mano de un viejo conocido de los banquillos como Juanma Lillo y su asociación con Hidalgo en la presidencia, el Salamanca logra el ascenso a Segunda
La época dorada de García Traid al mando de la nave blanquinegra ve alcanzado su clímax máximo en la siguiente temporada 1973-1974 con el primer ascenso de la U. D. Salamanca a Primera División en la temporada 1993-1994 superando a equipos como Las Palmas, Barakaldo y Levante y comandados por el gran fichaje de Barbará en la delantera charra. En estos momentos el efecto Lillo era bestial y el equipo consigue clasificarse para la promoción de ascenso a la Primera División en la temporada 1994-1995, donde tiene lugar una batalla agónica con el Albacete a doble partido que quedó por siempre grabada en la retina de los aficionados charros.
Una derrota por 0-2 en el Helmántico alejaba al equipo del sueño de Primera, pero una vuelta de ensueño en el Carlos Belmonte fue el desenlace final. El Salamanca contra todo pronóstico lograba empatar la eliminatoria por 0-2 en 90 minutos y posteriormente alcanzaba la gloria por 0-5 en la prórroga con goles de unos inconmensurables Torrecilla, Urzáizx2 (cabeza de oro), Christian Díaz y Vellisca. La fiesta por el segundo ascenso a Primera División de
la UDS en toda su historia fue épica, realmente aquel día la Unión hizo la Fuerza como reza la foto de la celebración del ascenso en una Plaza Mayor abarrotada hasta las trancas, foto para el recuerdo.
Poco duró la alegría no obstante pues el Salamanca aguantó una temporada en Primera de la mano de Lillo y finalmente de Jorge D ́Alessandro con el descenso matemático a Segunda al quedar en la posición 22a. En la siguiente temporada 1996-1997, Joao Alves entra en escena y con él nuevos nombres como el gran, Pauleta (el killer Portugués), César Brito, Giovanella, Taira, el conocido Míchel Salgado, Zegarra…más algunos pesos pesados anteriores como Vellisca, Iturrino, Loren o Sito. El equipo cuajó una grandiosa temporada y de la mano de un nuevo míster como Andoni Goikoetxea, se culminó con el tercer ascenso a Primera División en el estadio Mendizorroza ante el Alavés por un espectacular 0-4… Un equipo para el recuerdo que debutó de nuevo en Primera División en la temporada 1997-1998 y se reforzó con otros jugadores como Bogdan Stelea, Rogerio, Lombardi, Popescu, Tulipa, Pavlicic o el gran Silvani.
Debido a la mala marcha Goikoetxea deja su puesto por “Chechu Rojo” en la séptima jornada y desde ese momento llegan grandes epopeyas charras con especial mención a los partidazos ante el Barcelona en el Helmántico con victoria por 4-3 (víspera de Reyes que nunca olvidaremos los salmantinos), el 5-3 al Atlético de Madrid con 3 goles del gran Popescu o el 1-4 al Barcelona de Van Gaal en el Camp Nou, culminando todo ello con la ansiada permanencia.
Sin embargo el equipo al perder a grandes estandartes como Pauleta, César Brito, Giovanella, Popescu se ve seriamente debilitado y por desgracia consuma el descenso a Segunda División e la temporada 1998-1999…el último descenso a Segunda. Desde este momento la UDS se estanca en dicha categoría hasta la temporada 2004/2005 donde los problemas económicos y la mala planificación acaban con los huesos del equipo en la temida Segunda B. Sin embargo y de la mano de Javi López el equipo se repone y logra volver a Segunda División en la temporada 2006/2007 y asentándose de la mano de Juan Ignacio Martínez en 2007 y David Amaral y Nicolás “Fedor” Miku (máximo artillero del equipo) en 2008. Sin embargo en estas temporada comienza a asomar con fuerza el temido fantasma de las deudas… el equipo comienza a estar ahogado por los impagos que se deben a anteriores jugadores unionistas como Stelea entre otros. Todo esto comienza a repercutir seriamente en la marcha deportiva y el Salamanca coquetea con el descenso a Segunda B en la temporada 2009/2010 salvándose por los pelos ante el Villarreal B de la mano de un Jorge D ́Alessandro apoteósico.
Por desgracia no habría una nueva oportunidad y en la temporada 2010/2011 el equipo toca fondo y desciende a Segunda B. Y desde ese momento penuria para la UDS. No sólo por no poder volver a ascender a Segunda sino porque la crisis de las deudas se ha agravado hasta tal punto que amenaza seriamente con la desaparición del club. Con la llegada de administradores concursales, la situación del club se convierte en una quimera y es más incierta que nunca a inicios de la temporada 2012/2013. Según el presidente Hidalgo lo mejor “es dejar morir al club para poder revivirlo posteriormente” pues la deuda total del equipo blanquinegro alcanza la friolera de 23 millones. Por desgracia llega el fatídico final, lo que ningún aficionado charro (ni del fútbol en general) le gustaría ver nunca: los bienes del club son subastados como primer paso a la liquidación definitiva y en consecuencia la desaparición de la
Unión Deportiva Salamanca se consuma por completo.
Tras noventa años de historia, con 19 temporadas en Tercera, 9 temporadas en Segunda B, 34 en Segunda y 12 temporadas en Primera la Unión se rompe y se resquebraja por completo, dejando un vacío terrible en el corazón de los aficionados charros entre los que se incluye un servidor. Una nefasta gestión por parte de la directiva acaba con el peor final posible. Sin embargo sólo queda mantener vivo el recuerdo del Salamanca, un equipo que por
encima de todo caló en nuestros corazones, luchó contra viento y marea, con grandes momentos históricos en la Primera División como el “Matagigantes de la categoría” y malos momentos como los descensos o la fatídica desaparición final. Muchos aficionados al fútbol siguen recordando a este equipo una vez desaparecido y eso es digno
de admirar…siguen recordando aquél grupo de jugadores que junto a su incombustible afición hizo más verídico
que nunca el dicho de “LA UNIÓN HIZO LA FUERZA”.