Empieza una nueva temporada. Todos los jugadores y jugadoras vuelven a tocar ese gran amigo que tienen en los inicios de Septiembre (incluso finales de Agosto) que es el balon. A algunos ya se les había olvidado que era aquel objeto con el que disfrutaban tanto durante los meses en los que su temporada empieza y acaba, y al cual, tras llegar el verano, borran prácticamente de su cabeza para tener al lado su otro “gran amigo” el móvil.
Pero cada vez, ese triángulo amoroso que existe entre balon-jugador-móvil, que antes tenia fechas de inicio y final, se va volviendo mas duradero, mas cercano, y claro, si volvemos a hacer lo que mas nos gusta que es jugar al futbol sala, necesitamos que “nuestro mundo” lo vea, que nos vea volver a dar patadas a ese amigo que tenemos que va a ser inseparable, que nos vea marcar ese golazo, dar ese pase, celebrar un gol, hacer una parada imposible, hacer una buena defensa…. Porque lo necesitamos, necesitamos la aprobación de “nuestro mundo” de que estamos de vuelta, de que volvemos a disfrutar, de que estamos listos para cada fin de semana dar lo máximo y como no, publicarlo y que nos vean.
Porque vivimos en el mundo de la inmediatez, en el mundo del “si no lo veo, no lo creo”, en el mundo de “da igual perder o ganar, lo importante es posturear”. Hemos llegado al mundo de las redes sociales, ya las tenemos aquí y han venido para crearnos una vida que no teníamos antes, una vida en la que todo es posturear, en la que en nuestro perfil solo existen las cosas buenas, todo lo hacemos bien, prácticamente tenemos una vida de ensueño dentro de ellas, y todo lo que ocurre en nuestra vida, sea bueno o malo, con un simple retoque o filtro, se convierte en una vida llena de risas y rosas. Y cuando exponemos algo malo, solo vamos con las ganas que “nuestro mundo” nos digan lo guapos que somos, lo bien que lo hacemos y que somos los mejores. Y eso, no es la realidad.
Por desgracia (o no, dependerá de quien haga esta reflexión) todos los jugadores (más bien todos los niños) ya tienen su teléfono móvil equipado con todas las redes sociales posibles y si hay alguna nueva, rápidamente se la descargan porque ya no están a la última. Y a partir de ahí, a olvidarse de todo lo que les rodea, y claro, el deporte no iba a ser excluyente en este tema.
Y están en nuestro equipo y esto amigos míos, es un arma de doble filo, filo por el cual, casi siempre el trabajo que realizamos para hacer equipo se ve empañado por ciertas actitudes en la que creemos que no se deben de dar en el deporte.
Llega el día de entrenamiento, y todos nuestros jugadores se van a cambiar para prepararse para la sesion. En esos momentos en los que el jugador debe de tener su ritual, debe de tener la concentración suficiente para saber que tiene que realizar un entrenamiento acorde a lo que se le va a pedir, que hablamos con nuestros compañero de todo un poco para amenizar esos momentos previos a un esfuerzo físico… cada vez van siendo menos, ya que si el jugador no sube la típica foto “de sus zapatillas” y el #vamoaentrenar no se queda tranquilo, por tanto, debe de sacar el móvil, debe de hacerse esa foto y centrarse en que seguidores le van a dar un “like” o un comentario inmediato deseándolo suerte para el entreno, cuando el feedback de verdad que debe de tener es el de sus compañeros y entrenadores. Pero no suficiente con ello, se sacan el móvil a la pista y a partir de ahí, algun compañero que esta en la grada tambien le realiza fotos para que “su mundo” siga atento a lo que hace.
Todo se empieza a individualizar, ya no existe el equipo, existe el “yo”.
Pero quizás ya el colmo de todo, es cuando llega el fin de semana, día de partido, día de concentración máxima, día en el que te enfrentas a un rival que no sabes por donde te va a salir, y ese día, si amigos míos, siguen apareciendo móviles en el vestuario, móviles para saber como va el equipo que juega antes, móviles para ver si mi amigo le dio “like” a la foto que puse saliendo de casa… móviles que solo sirven para que todos nuestros rituales se acaben y no podamos pensar de manera clara en el partido de nos toca disputar y que es el que de verdad jugamos, no el que se juega antes y necesito saberlo, porque el importante es el mío.
Y el partido se disputa, menos que en ese momento, no hace falta ni que digas que no pueden tener móviles (no lo descarto que en un futuro se juegue con móviles en las manos…) y el partido sale como sale, se acaba y punto final.
Pero cuando acaba el partido, en el cual el entrenador se va a casa analizando lo que ha pasado, tú que sigues a casi todos los jugadores en alguna red social, te empieza a saltar (a veces sin que haya acabado el partido ya que tienen representantes cada vez mas pequeños) notificaciones sobre el partido. Y esas notificaciones son de tus jugadores que ya han subido su gol, su acción, su parada, su foto de “+3”, su foto de “no pudo ser, ¡¡¡¡pero volveremos” … todo esto casi sin que te subas al coche!!!! Volvemos al mundo de la inmediatez, ese mundo en el que estamos inmersos, ese mundo que te va a decir que eres el mas guapo pase lo que pase, ese “mundo” que te apoyara, pero no estará cuando las cosas vayan mal para darte una palmada.
Sinceramente, y ahora os hablo para acabar, que esta es mi opinión personal en la que podréis o no estar de acuerdo, tan malo es la inmediatez en las victorias como en las derrotas, igual de malo es tener el móvil en la mano durante la semana antes y después de los entrenamientos como en los pre y post partidos.
Os voy a poner el enlace a este resumen del partido en lo que más importante me parece es lo que ocurre a partir del minuto 2:41
En una celebracion de un título mundial sub20, máxima expresión de alegría, fijaros en la cantidad de jugadores que están con el móvil en la mano, dando de primera mano y en primer plano a “su mundo” de la consecución de este campeonato, cuando lo que deberían es alegrarse con el compañero de al lado, disfrutar con él de este titulo porque es el que le ha llevado a ser el mejor sub20, no sus seguidores, seguidores de los cuales no sabrá ni como son. Para mí, esta situación es muy ridícula, y nos hace ver como el “yo” esta por encima del “nosotros” aunque sea inconscientemente, pero es asi.
Y esto es hablando de las victorias, imaginaros lo que es cuando acaba un partido, donde has perdido, y de inmediato, porque ya le han mando el corte de ese gol que ha metido (que no ha servido para nada), ese gol esta subido a las redes sociales. Y me pregunto, ¿para qué?, pues como creo que ya esta explicado todo, “nuestro mundo” necesita que nos diga lo bien que lo hemos hecho, que vaya gol, que sigue asi, pero no te dice que tienes que trabajar más, hacer más cosas, corres un poca más, para que se gol valga algo para tu equipo y se convierta en una victoria, no en un gol mas para engrandecer tu “ego”.
En definitiva, y después de enmarcar todo lo que ocurre en ese poliamor en lo que se ha convertido balon-jugador-móvil, las canteras del deporte español deberían de preguntarse que hacer con los móviles y los jugadores, si de verdad nos ayudan o no, habría que plantearse sinceramente un limite dentro de todo esto, incluso aunque suene muy fuerte, la prohibición (o por lo menor aconsejar) que no se tenga el móvil durante un cierto tiempo antes y después de entrenar o jugar un partido, que no se pueda subir cierto contenido a sus redes sociales durante cierto tiempo.. ciertas reglas que cada club debería de exponer ya que el móvil y su uso en el deporte ha venido para quedarse.
Y ya acabando este articulo largo y tendido, en el que me he centrado mucho en los jugadores, voy a dedicar unas preguntas a los clubs, a esos clubs que realizan un gran trabajo en la difusión de nuestro deporte, para que ellos reflexionen sobre ellas:
¿Es bueno poner casi siempre en redes sociales los goles de un equipo de base en lo que prácticamente siempre sale el mismo jugador?
¿Esos videos están acorde a lo que el entrenador está inculcando a su equipo dentro de su programación?
Subir resultados y crónicas detalladas de partidos de base, ¿son buenas o malas?
Ensalzar victorias y obviar las derrotas, ¿son buenas para esos equipos de base?
¿Solo dedicar tiempo al equipo que va bien en la clasificación, es lo mejor para desarrollar un club de cantera?
Estas y mas preguntas que me dejo en el tintero, son algunas que suelto al aire para que veamos que todos hemos entrado en una vorágine de inmediatez que quizás no sea tan buena como pensamos, porque ademas, no sabemos nunca hasta donde llegar nuestra información.
Al final, soy de los que piensan que ¿Redes sociales? SI, pero todo tiene su tiempo y momento y además, hay que saber usarlas.