El futbol sala está en decadencia, hablamos de una caída en picado que parece no tener solución a corto plazo al menos. La repercusión de nuestro deporte ha quedado relegada a un segundo plano y es prácticamente nula, admitir este hecho no tiene nada de malo y no se es menos fan del futbol sala por decirlo. Os dejo a continuación una serie de audiencias de esta temporada:
Cartagena-Pozo: 40.000 espectadores.
Xota-Barsa: 53.000 espectadores.
Pozo-Inter: 48.000 espectadores.
Se culpa a las televisiones por no querer, o poder, dar los partidos en abierto, pero ante este bajo número de espectadores, ¿La culpa es de teledeporte?, la respuesta es no. Para llegar a una situación así, hay muchos factores y muchos culpables y, a partir de este momento, vamos a dedicar un tiempo a analizarlos.
El primer gran culpable de esta situación es el periodismo nacional en general y los medios de comunicación que, salvo honrosas excepciones, no hablan absolutamente nada de nuestro deporte. Ir en el coche escuchando la radio y oír que se están dando los resultados de la jornada, sin decir goleadores o un breve resumen que te haga saber cómo han sido los partidos, es un motivo de alegría puesto que es algo que rara vez sucede; ver un programa deportivo en televisión y ver un gol sacado del resumen de un partido es algo absolutamente espectacular. Si los medios deportivos dan cabida a decenas de deportes, de una manera residual o más principal, y no se lo dan al futbol sala, la culpa es de ellos.
El siguiente en mi lista de culpables es el organigrama actual del futbol sala español, es decir, la guerra LNFS-RFEF. Esta guerra ni hace ni hará ningún bien al futbol sala y en este problema todos tienen su parte de culpa y todos han hecho cosas mal poniendo trabas a la difusión de un producto en horas bajas y que ha quedado demostrado que la gente no consume ni siendo gratis. Con esto no aludo al hecho de que nos cobren por un producto terrible en el que no hay ni medios, ni formación, ni mucho menos calidad para ser de pago, aludo al hecho de que a personas como yo, con mi cuenta de difusión del futbol sala “OPINANDOJAENFS”, nos tengan prácticamente coaccionados y difundamos el futbol sala sin poder subir un corte de cinco segundos por miedo a perder todo lo avanzado. Somos muchos los que tratamos de difundir nuestro deporte a nuestra manera, cada uno con su repercusión, mayor o menor, y si dejaran de ponernos trabas, seguro que lo haríamos mucho mejor, sobre todo teniendo en cuenta que lo hacemos por hobbie y no sacamos ni un solo céntimo de esto.
Los propios clubes también son culpables y diría que un gran porcentaje. El 90% de los clubes no hace absolutamente nada por el aficionado antiguo y mucho menos por el nuevo y lo voy a ejemplificar a continuación. Vaya por delante que yo soy abonado de mi club y que el 99% de dinero que gasto en caprichos, es en mi club. Pero eso no quiere decir que deba de estar de acuerdo con todo lo que mi club haga. Hay equipos que cobran la entrada a bebés con una semana de vida; hay clubes con los que comprar una camiseta es más difícil que ganar el “tour de Francia”; hay clubes que no tienen jugadores de su tierra; hay clubes que no tienen una sede real a la que acudir y los que la tienen, raramente te ofrecen una solución más allá de decirte que esperes unos días y que se solucione por arte de magia. Los clubes no crean contenido con los jugadores para acercar al aficionado y si un aficionado lo crea, el club lo copia y aunque no lo hace de forma directa, sí que pone trabas para que los jugadores colaboren con el aficionado. Un buen ejemplo de iniciativa para crear afición es Córdoba, un club que regala una equipación a los recién nacidos; otro equipo podía ser Jaén con decenas de campus para niños que son llevados a cabo por los propios jugadores.
La afición también tiene mucha culpa, básicamente por el hecho de que somos unos hipócritas por muchísimas cosas. Hay aficionados que no compran una camiseta de su club porque cuarenta euros les suponen muchísimo pero sí que se gastan ciento veinte euros en la camiseta del Real Madrid. Para estos aficionados, gastarse ciento cincuenta euros en el abono para toda la temporada es demasiado, pero cien por una entrada para ver un solo partido de futbol en el cuarto anfiteatro es una ganga. A pesar de este tipo de aficionado, mi favorito es el que va al pabellón para ver el futbol en el teléfono móvil.
Podría poner muchos más ejemplos, pero me limitaré a decir que hay que ser consecuente con lo que uno piensa y si el futbol sala es tu pasión, tienes que apoyarlo. Si te gusta otro deporte, apóyalo y deja de quejarte por decreto.
En definitiva, todos tenemos parte de culpa y todos tenemos el deber de ayudar y arrimar el hombro si queremos revertir esta situación tan delicada. No soy una voz autorizada para decirle a la gente qué debe hacer, eso se lo dejo a los que saben de esto, pero si soy quién para decir que el futbol sala está en estado de emergencia y sangrando por los cuatro costados, es decir, es el momento de dejar a un lado los egos y las discusiones.
¡QUE VIVA EL FUTBOL SALA!
Las reglas actuales no ayudan. Pero buena opinión. Viva el futsal pasional
Muchas gracias por tu comentario Jose. Viva el futsal!!!