Una de las claves para evitar lesiones en cualquier deporte es la indumentaria y su adecuación al deportista. En el caso del fútbol, las botas y sus complementos, como las plantillas o los tacos, entre otros, condicionaran el rendimiento y la posible aparición de lesiones del deportista.

A diferencia de los ellos, las jugadoras no disponen de unas botas específicas que se adapten mejor a su pie. Las botas que encontramos actualmente en el mercado están diseñadas según la forma del pie de ellos. Provocando así, un aumento de la probabilidad de sufrir alguna molestia o incluso, lesiones.

Este aspecto es de gran atención, puesto que en los últimos años un número muy alto de futbolistas, entre ellas Alexia Putellas, Beth Mead o Vivianne Miedema, han sufrido una rotura de Ligamento Cruzado Anterior.

Hasta ahora las marcas únicamente sacan modelos donde las botas son las mismas que para ellos, pero de tallaje inferior, sin tener en cuenta las características mencionadas anteriormente.

Nike ha sido la primera marca deportiva en desarrollar unas botas exclusivas para mujeres, bajo el nombre de “Nike Phantom Luna”. Esta se basa en tres elementos clave: Mejora en la tracción, mayor ajuste al pie y comodidad.

La mejora en la tracción se debe a la disposición de forma circular de los tacos en la zona del antepié y el talón. Esto ayuda a reducir la tracción rotacional y, por tanto, confiere a las jugadoras mayor agilidad en el movimiento.

Para el ajuste, se ha aumentado el cuello de la bota, siendo el cuello delantero más bajo para mejorar la entrada del pie. También, los cordones se han colocado de determinada manera para que se ajuste mejor al pie.

Estas botas fueron lanzadas al mercado en junio de 2023 coincidiendo con el Mundial de Nueva Zelanda y Australia.

Aparte de esta marca y este modelo de bota, es difícil encontrar otra que se haya diseñado exclusivamente para jugadoras y tenga como finalidad reducir las lesiones. Únicamente, vemos la recomendación de uso de plantillas para mejorar la adaptabilidad. Además, destacar el precio elevado, que únicamente deportistas de élite se las pueden permitir. Cosa que resalta aún más la desigualdad y falta de investigación en este terreno, que sufre el fútbol femenino.

Una de las investigadoras que está abordando este tema es Katrine Okholm Kryger,  investigadora de la Universidad St Mary’s de Londres.

Faltan fondos y apoyos para la investigación, pero poco a poco se están descubriendo más características de la forma del pie de las jugadoras, que esperemos que pronto, ayuden a crear una bota más adaptada y evitar así, la aparición de lesiones.