En el campo de fútbol, el balón no es lo único que se mueve con intención. Los jugadores han desarrollado su propio idioma secreto: una mezcla de gestos, señales y expresiones que, para el espectador promedio, son tan misteriosos como el manual de instrucciones de una lavadora. Pero para ellos, cada movimiento tiene un significado claro, aunque algunos rozan lo absurdo.
Si alguna vez te has preguntado por qué un delantero se toca la oreja o un defensa se golpea el pecho como si fuera un gorila, estás en el lugar correcto. Aquí exploramos los gestos más desconcertantes del fútbol, desde los códigos estratégicos hasta las manías inexplicables que podrían ser pura superstición.

Fuente: Mundodeportivo
1. El Universal: El Toque en la Oreja
El gesto de tocarse la oreja parece ser el «hola» de los jugadores. Lo hacen al marcar un gol, al escuchar un grito del entrenador o incluso al pedirle al árbitro que revise el VAR. ¿Qué significa realmente?
- Posibilidad 1: Un mensaje secreto para un ser querido.
- Posibilidad 2: Recordar a todos que tienen orejas.
- Posibilidad 3: Una excusa para ignorar instrucciones tácticas. «Perdón, no escuché, estaba revisando mi oreja».
Lo curioso es que, aunque parece un gesto universal, nadie se pone de acuerdo sobre su intención exacta. ¿Tal vez sea solo una excusa para lucir el piercing nuevo?
2. Las Palmas al Aire: “No Fui Yo”
Cuando un jugador comete una falta y de inmediato levanta las manos al aire como si estuviera en una obra de teatro, lo hace con la esperanza de convencer al árbitro (y al mundo entero) de que es inocente.
Es un gesto tan común como inútil, porque los árbitros ya tienen la repetición del VAR como su arma secreta. Pero, aun así, los jugadores siguen levantando las manos como diciendo:
- «Yo no hice nada.»
- «Ese tobillo se dobló solo.»
- «¿Falta? ¡Imposible, si yo estaba pensando en la paz mundial!»
3. El Golpe en el Pecho: El Tarzán Moderno
Después de un gol o una jugada épica, algunos jugadores se golpean el pecho como si fueran gladiadores listos para enfrentarse al mundo. El significado varía según la intensidad del golpe:
- Un golpe suave: «Esto va por mi equipo».
- Dos golpes rápidos: «Lo hice por mamá».
- Golpes tan fuertes que se escucha en las gradas: «¡Miren qué macho soy!»
Algunos críticos dicen que estos gestos son innecesarios, pero para los jugadores, es la forma perfecta de comunicar emociones sin romperse la voz gritando.
4. El Dedito en los Labios: El «Silencio, por favor»
Nada enciende a los aficionados más que ver a un jugador ponerse un dedo en los labios tras marcar un gol. Este gesto es como decir: “Cállense, yo mando aquí”.
Suele usarse en estadios rivales, aunque a veces también lo hacen frente a su propia afición (y luego se preguntan por qué reciben abucheos en el próximo partido). Sin embargo, hay que reconocer que tiene estilo, y siempre queda bien en las fotos.
5. La Mirada de Complicidad: Los Códigos de los Tiros Libres
En los tiros libres, los jugadores suelen mirarse como si estuvieran tramando una revolución secreta. ¿Qué dicen esas miradas?
- «Tú corre por la izquierda y yo hago como que pateo».
- «Fingimos confusión y luego le damos al balón».
- «¿Qué tal si simplemente chutamos y que pase lo que tenga que pasar?»
Lo más divertido es que, después de todo ese intercambio visual, la jugada acaba en un disparo directo al muro de defensores.
6. Rascarse la Cabeza: El Mensaje Universal de la Desesperación
Cuando un jugador se rasca la cabeza, no lo hace porque tenga un picor repentino. Este gesto es el equivalente futbolístico de gritar «¿Qué acabo de hacer?».
Suele aparecer después de fallar un gol cantado, perder el balón por un pase ridículo o cometer una falta tonta. En resumen, es el gesto oficial del arrepentimiento en el fútbol.
7. Los Brazos Extendidos: El Drama en Movimiento
Los jugadores que extienden los brazos al cielo después de una falta no pitada parecen estar pidiendo la intervención divina. Es un gesto cargado de teatralidad, que podría traducirse como:
- «¡Arbitro, por favor, te lo ruego!»
- «¿Qué más necesitas ver? ¿Sangre?»
- «¡Soy una víctima del sistema!»
Los mejores exponentes de este gesto suelen ser los delanteros, especialmente aquellos conocidos por sus habilidades en el «arte» de la simulación.
8. Señalar al Césped: El Gran Misterio
Hay jugadores que, tras un gol, señalan al césped con cara seria. ¿Qué están intentando comunicar?
- «Este es mi territorio».
- «Aquí fue donde enterré mis sueños».
- «Por este césped resbalé y ahora me vengué».
Sea lo que sea, es un gesto que añade un toque de misterio a cualquier celebración.
9. El Toque en el Escudo: Orgullo… Temporal
Nada más romántico que un jugador besando o señalando el escudo de su camiseta tras un gol. Es un gesto de lealtad… que dura hasta el próximo mercado de fichajes, cuando el mismo jugador firma por un equipo rival.
Para los aficionados, este gesto es tan bonito como peligroso, porque puede ser la antesala de una traición futbolística.
10. El Lenguaje del Dedito Arriba
El pulgar hacia arriba es el gesto comodín. Lo usan cuando fallan un pase, cuando piden paciencia o incluso cuando no tienen idea de qué hacer. Es como decir: «Sí, sé que fallé, pero sigamos adelante».
Conclusión
El lenguaje secreto de los jugadores es un espectáculo en sí mismo, lleno de gestos que van desde lo simbólico hasta lo puramente absurdo. Aunque muchas de estas señales puedan parecer confusas, lo importante es que nos recuerdan que el fútbol no solo se juega con los pies, sino también con el corazón… y, aparentemente, con las manos, orejas y miradas. ¡Un arte digno de admirar!