¿Tu abuela prefiere ver novelas que un partido de fútbol? ¿Piensa que «fuera de juego» es algo que pasa cuando se corta la luz? ¡No te preocupes! Con un poco de paciencia y unas tácticas ingeniosas, puedes convertirla en la hincha más apasionada de su barrio. Aquí te dejamos una guía infalible para lograrlo.

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Paso 1: Encuentra Su Motivo Personal

Las abuelas no se impresionan con datos estadísticos ni con esquemas tácticos complicados. Necesitas algo más emocional. Explícale que el fútbol es como una novela en vivo: drama, traiciones, héroes, villanos, y muchas lágrimas (ya sea de felicidad o de derrota).

¿El delantero estrella del equipo tiene una historia de superación? Perfecto. Cuéntale cómo pasó de vender empanadas en la calle a ser el máximo goleador del campeonato. Si encuentra un personaje con quien conectar, tendrás a tu abuela preguntando: «¿Y ese chico cómo quedó en el partido de ayer?»


Paso 2: Hazlo Personal con Su Equipo

Nada une más que un equipo. Investiga qué club está más cerca de su casa o cuál tiene los colores que más le gustan. ¿Es fanática del rojo porque combina con sus flores favoritas? Listo, ya tienes un punto de partida. Si logras que ella elija un equipo, la mitad del trabajo está hecho.

Un truco adicional: consíguele una bufanda o una camiseta para que se sienta parte de la tribu. Las abuelas adoran cualquier cosa que puedan mostrar con orgullo frente a sus amigas.


Paso 3: Explica las Reglas con Metáforas

Las reglas del fútbol pueden ser confusas al principio, pero con creatividad todo se soluciona. ¿Qué es un fuera de juego? Explícale que es como intentar colarse en la fila del mercado: si llegas antes de que te toque, te mandan al final. ¿Qué es una falta? Es como empujar a alguien para ganar el último pedazo de pastel: está mal visto y tendrás problemas.

Usa ejemplos cotidianos que ella pueda relacionar. Para cuando termines, será capaz de explicarle el reglamento a sus amigas mientras juega al dominó.


Paso 4: Organiza una Tarde de Fútbol

La clave para que tu abuela se enamore del fútbol es la experiencia. Prepara una tarde especial: invita a la familia, prepara su comida favorita (empanadas, tamales, o lo que más le guste) y pon el partido en la televisión.

Asegúrate de que el juego sea emocionante: finales, clásicos, o partidos de equipos con rivalidades intensas son ideales. Si el comentarista grita lo suficiente como para hacer vibrar los cristales, mejor. Las emociones son contagiosas, y pronto estará gritando cosas como: «¡Ese árbitro necesita gafas!»


Paso 5: Usa el Poder de los Chismes Deportivos

Si algo apasiona a las abuelas, son los chismes. Háblale de las historias detrás de los jugadores: el delantero que tiene un romance con una modelo, el técnico que dejó a su equipo por dinero, o el arquero que rescata perritos en su tiempo libre.

Dale titulares jugosos como: «¿Sabías que este jugador tiene más cambios de look que tu amiga Carmen?» o «Ese árbitro fue el mismo que expulsó a tu equipo la semana pasada». Pronto empezará a estar más al tanto de las noticias deportivas que tú.


Paso 6: La Magia de los Penales

Si hay algo en el fútbol que nadie puede ignorar, son los penales. Llévala a ver una tanda de penales en vivo o en televisión. Las emociones, la tensión, los porteros haciendo malabares psicológicos… es como el final de una telenovela, pero en tiempo real.

Después de ver a un portero detener el penal decisivo, probablemente dirá algo como: «Ese chico es un héroe, debería salir en la portada del periódico». Y ahí lo tienes, enganchada.


Paso 7: Conecta el Fútbol con Su Vida Diaria

Haz que el fútbol sea parte de su rutina. Enséñale a decir frases como «Hoy juega mi equipo» o «Qué partido tan aburrido, pero qué buenos están esos jugadores». Invítala a opinar sobre decisiones tácticas, aunque sea algo como: «Deberían poner a ese chico alto a cabecear más».

Incluso puedes organizar actividades en torno al fútbol: hacer galletas con forma de balones o tejer una bufanda con los colores del equipo. Si la involucras, terminará amándolo.


Paso 8: Sé Paciente con los Goles Mal Cantados

Es probable que al principio tu abuela se emocione cada vez que alguien cruza la línea del área. Gritará gol cuando no es, y luego se sentirá un poco perdida. Esto es normal. Recuérdale que no hay goles hasta que el árbitro diga lo contrario, y pronto será ella quien grite: «¡Era fuera de juego, juez ciego!».


La Abuela Ultra Fanática: El Nivel Final

Cuando llegues a este punto, sabrás que tu misión ha sido un éxito. De repente, ella estará criticando el rendimiento de los jugadores, discutiendo sobre estrategias en el mercado, y tal vez hasta comprando entradas para ir al estadio.

Eso sí, prepárate para escuchar frases como: «Este entrenador debería jubilarse, como mi amigo Ernesto» o «Ese chico no corre ni para atrapar el bus». Pero no te preocupes: ahora tienes a la mejor compañera para ver los partidos.

¡Y quién sabe! Puede que un día, en medio de un clásico emocionante, te diga: «Gracias por traerme a este mundo maravilloso». Y tú sabrás que valió la pena cada esfuerzo.