Por motivos extradeportivos la convocatoria de Francia ha estado rodeada de polémica. Karim Benzema o Kevin Gameiro, ausencias notables para una cita señalada en el calendario. Futbolistas como Giroud y Martial serán juzgados sin piedad por el gran público. Todo el ruido mediático basado en las ausencias ha servido para enviar al segundo plazo a otros jugadores interesantes de la selección gala. Kante, Rami o nuestro protagonisto invitado, Dimitri Payet, son futbolistas que han firmado temporadas sobresalientes. Además, escoltados por futbolistas cracks de talla mundial: Pogba y Griezmann.
Deschamps apostó en detrimento de Gameiro y Benzema por Giroud. El mensaje es claro, muestra su predilección eligiendo un delantero más corpulento para exprimir el juego aéreo y trabajar en beneficio de Griezmann. En este momento es cuando emerge la figura de Payet. Gran especialista a balón parado que surtirá de balones a jugadores poderosos en el terreno aéreo: Pogba, Giroud, Rami o Matuidi. Sin duda, recurso necesario en el fútbol moderno vital para solucionar partidos frente a defensas cerradas. Gran futbolista llamado a ser actor secundario de lujo y ser el socio favorito de Griezmann o Pogba.
Payet no solo vive de jugadas a balón parado. Iniciando las jugadas desde el sector izquierdo, es capaz de generar peligro gracias a su excelente técnica individual. Su espalda será custodiada por Evra, futbolista que participó en mil batallas y permitirá que Dimitri aparezca más en ataque. Trazando impresionantes diagonales hacia el centro puede liberar espacio en beneficio de Pogba y asistir con la precisión de un cirujano a Griezmann y Giroud. Jugador asociativo que no duda en probar suerte desde larga distancia con el objetivo de inquietar al portero contrario.
Todas las cámaras fijaran su atención en Matuidi, Griezmann y Pogba. Martial es otro de los hombres que puede ser clave saliendo en las segundas partes, demostrando que tiene gol en su ADN. Precisamente, esta circunstancia genera más argumentos en favor de Payet que tendrá menos vigilancia defensiva de sus rivales. La estrategia de Francia pasa por las botas del extremo que milita en el West Ham, sin la presencia del habilidoso futbolista en plan ofensivo del seleccionador galo no tiene sentido.