El 31/8/2009 Nile ‘Power’ Ranger jugó su primer partido como titular con el Newcastle. Dio una asistencia y fue elegido MVP del partido. Tenía 18 años. Una estrella había nacido. Hoy, 14 años después, el delantero suma casi más detenciones que goles en su CV y no tiene equipo. Aquel día de agosto, Ranger puso en aprietos al técnico Chris Hughton. El Newcastle jugaba en Championship y tenía entre manos a una perla como Andy Carroll, que era sin duda el ‘9’ del futuro (aquel curso fue pichichi) pero Ranger, 2 años menor, llamaba fuerte a la titularidad. Nile Ranger era el delantero estrella de la Selección Sub19 inglesa. Jugaba junto a Drinkwater, Townsend Trippier, Walker y Welbeck, pese a que tenía casi 2 años menos que todos. Su impacto era asombroso y había llevado al equipo nacional a la final de la Eurocopa Sub19 de 2009.

Nile Ranger scores first league goal in 735 days for Southend after  troubled period off the pitch | The Sun

Pero Ranger nunca tuvo una vida fácil. Su impacto en el Newcastle no pasó mucho más allá de aquello (llegó a jugar 62 partidos con el equipo, marcando 3 goles y 4 asistencias). Y se entenderá por qué desapareció del primer nivel futbolístico incluso antes de aparecer en él. Ranger creció en Wood Green, un barrio londinense que ocupa las posiciones más altas en cuanto a tasas de criminalidad de la capital (sobre todo relacionado con pandillas de jóvenes). Su casa estaba a 2 km del estadio del Tottenham, pero empezó jugando en el Crystal Palace.

Con 15 años el Southampton, una de las mejores canteras del país, le quiso fichar después de que muchos clubes pelearan por él. Al poco de firmar fue atrapado por la policía cometiendo un robo a mano armada en una tienda y acabó en un correcional durante 3 meses. Cuando salió, el Soton no quiso saber nada de él. Ahí entró en acción el Newcastle. En las urracas quemó etapas, debutó, hizo sus primeras grandes actuaciones… Pero desapareció. De las convocatorias, de los entrenamientos, a veces jugaba con el equipo reserva. ¿Qué sucedía?

Ranger era un delincuente. En la previa de un duelo vs Chelsea, se fotografió con un arma en el jardín de su casa. La foto llegó a la prensa y la policía acabó en su casa buscando el arma (se rumoreó que era de aire comprimido). Pero el Newcastle le suspendió de empleo y sueldo. A los pocos días de aquello, una pelea callejera en la que su rival acabó inconsciente terminó con Ranger en el calabozo y el club le sancionó 3 meses más. El mismo día que se acababa la suspensión, otra vez terminó en el calabozo al estar en la calle, borracho, destrozando todo. Ranger era incorregible y solo habíamos visto la punta del iceberg. El Newcastle le mandó cedido al Barnsley y al Sheffield y él terminó sancionado por la FA por comentarios homófobos en su Twitter y otra vez en el calabozo cuando los vecinos denunciaron que la estaba liando.

De esta última salió indemne porque, pese a que el informe policial detallaba que «la puerta de su casa estaba destrozada» él alegó en el juicio que pensaba que su novia estaba siendo secuestrada y que entró en su casa arramplando con todo. No debía tener llaves. En la 2012-13 se iba a ir cedido al Hull City, pero un nuevo arresto policial rompió esa cesión antes de su firma. En este caso se le acusó de violación, se le dio libertad bajo fianza y se pidió una pena de dos años de cárcel para él, pero acabó absuelto por falta de pruebas. Esta acusación dio al Newcastle la excusa perfecta para rescindir su contrato y Ranger no dejó nunca de tocar fondo. En su salida del club, no dudó en insultar y despacharse en redes de todos los trabajadores del club (y de los aficionados que interactuaban con él).

Former Newcastle United Striker Nile Ranger Signs For Sunday League Team - SPORTbible

En marzo de 2013, fue nuevamente detenido por una pelea en plena calle y condenado a 12 meses de servicios comunitarios. Pero esto no fue obstáculo para que el Swidon Town, de League One, le diera la oportunidad. Marcó 10 goles en 28 partidos, pero siguió en el disparadero. Fue apartado por indisciplina tras faltar varias veces a entrenar y, en marzo de 2014, su final en el equipo se precipitó cuando una nueva pelea (esta vez con un taxista) acabó con él en el calabozo. Tres semanas después, una pelea doméstica con su novia le volvió a llevar allí. Se filtró un vídeo donde claramente golpeaba a su pareja y donde se veía que estaba cometiendo violencia de género. Un mes después, en mayo, la policía le sorprendió durmiendo en su coche en medio de la carretera y le volvió a llevar a un calabozo cuando respondió encolerizado. Tenía 23 años. Un historial delictivo amplio y completito, pero siempre había algún club intentando reconducir su carrera y su camino. Nunca ninguno lo consiguió. El Blackpool, en Championship, le sumó para la causa en la 2014-2015. Después de todo, había jugado bien en Swindon. Tras un buen inicio de campaña, simplemente desapareció sin dar señales de vida. Nadie supo nada de él en meses. Nile Ranger se marchó en diciembre y no se supo nada de él hasta julio. El club le suspendió de sueldo, pero nadie sabía nada. Se especulaba con todo tipo de cosas.

En septiembre de 2015, intentando encontrar el perdón del Blackpool y seguir una temporada más (tenía contrato hasta junio de 2016, pero el club no contaba con él) reveló de manera pública lo que le había llevado a estar ausente. Una depresión.  El Blackpool decidió acudir a ese llamado desesperado de ayuda que había pedido el jugador y aceptó seguir contando con él. No le iba a dar facilidades y, de momento, solo le permitía entrenar. Habían preparado toda la temporada sin contar con él. No duró mucho. En febrero de 2016, días después de que su coche apareciera calcinado en la puerta de su casa (así aparece en la denuncia que hizo el jugador en la comisaría), el Blackpool le despidió. No había jugado desde noviembre de 2014. Se abría otra puerta… «Un día me levanté y pensé qué estaba haciendo. Me miré al espejo, me vi que tenía barriga, vi cómo ni siquiera podía jugar al fútbol en la calle con mis amigos porque no me aguantaba el cuerpo, no tenía su ritmo, y ellos no eran ni profesionales ni nada». Tenía 26 años.

«Tuve un sueño que fue muy real. Marcaba para Inglaterra y también para el Arsenal, que es el equipo del que soy fan. Me desperté sobresaltado. Me volví a dormir y esa vez soñé que tenía un tatuaje con mi nombre en todo el centro de la cara». Y quiso cumplirlo. Se tatuó la cara. «Michel Owen o Alan Shearer perdieron mucho tiempo conmigo intentando que me centrara. Lo que me decían me entraba por un oído y me salía por otro, pero creo que eso ahora ha cambiado», dijo. Y esas revelaciones, en pleno 2016, convencieron al Southend United (League One). Era mentira. No había cambiado. Aunque mostró su fútbol marcando 8 goles en 30 partidos, en enero de 2017 dio positivo en cocaína en un test interno del club (que le suspendió varias semanas) y en febrero fue acusado por la fiscalía por otra causa que esta vez iba a ser muy dura. Nile Ranger había desviado 2000 libras de una cuenta de una mujer a la suya y en mayo entró en prisión para una condena de 8 meses. Salió a los 3 por «Comportamiento excelente», según el informe de los funcionarios de prisión. Aunque estando en la cárcel se le investigó una cosa. 

El 5 de junio de 2017, el día que su ex compañero en el Newcastle Cheik Tioté falleció en un entrenamiento, Ranger publicó en sus redes sociales una foto de los dos, dando el pésame a su amigo, con ubicaciónen la propia cárcel, donde todo tipo de dispositivos están prohibidos. Cumplió los siguientes 5 meses arresto domiciliario. Llevaba una pulsera en el tobillo que le medía la hora y la distancia de la que estaba de casa, motivo por el cual se perdió muchos partidos que tenía que jugar el equipo, sobre todo fuera de casa.   El primer gol que marcó nada más salir de prisión lo celebró por todo lo alto. Se quitó la bota, simulando que era un arma, y disparó a toda la grada del Fleetwood Town, el equipo rival. 2 meses después, el club le rescindía el contrato «por los recurrentes actos de indisciplina».

Desapareció del mundo otra vez durante meses. En 2019 se ofreció a jugar gratis en varios equipos, que le rechazaron y en 2020, con 29 años y tras dos y medio sin jugar, se sinceró en una entrevista para Four Four Two volviendo a aparecer en escena. «Me tratan como a Bin Laden». Allí reconoció que Steven Taylor, Coloccini o Ben Arfa le habían prestado más de 100.000 euros para pagar deudas con respecto al juego y que Viduka y Alan Smith le habían hecho de mentores para que no fuera a los casinos (el Newcastle se lo había prohibido, directamente). También admitió que era seguidor del Arsenal desde pequeño y que aún pensaba que podía tener posibilidades de cumplir el sueño de su vida y jugar allí. Ranger formó un equipo con sus amigos: el AC United, que juega en una liga municipal amateur de Barnet, cerca de Green Wood. En 2020 firmó por el Spalding United, de la 7ª categoría del fútbol inglés. Meses más tarde, regresó a la League One con el Southend United, pero solo llegó a estar incluido en una convocatoria (jugó 12 minutos) y ni siquiera llegó a terminar la temporada.
Tras 12 meses sin club, en enero de 2022 firmó con el Boreham Wood, de la National League (5ª división). Jugó los 4 partidos de FA Cup (incluido el último, contra el Everton, en Goodison Park ante su ex compañero de selección Townsend) saliendo desde el banco. Nunca jugó en Liga. Desde el pasado verano, Nile Ranger no tiene equipo. Tiene 31 años y no parece haber ningún club dispuesto a darle una nueva oportunidad. En febrero, el ex delantero puso a la venta en sus redes 100 entradas (a precios entre 1000 y 2000 libras) para la final de la Carabao Cup.