Ayer se vivió el regreso de la Selección Española de fútbol femenino a Barcelona después de 27 años. El equipo de Montsé Tomé se enfrentó a Inglaterra en la jornada final de la fase de grupos de la Nations League. España acabó ganando, con un poco de sufrimiento para alcanzar la primera posición en el grupo 3. El viernes, 6 de junio, se hará el sorteo en Nyon para conocer al próximo rival de España.

España pasó por muchas fases durante el partido, salió en el inicio con las ideas claras pero sin crear excesivo peligro en la porteria inglesa. Tras una jugada polémica, una posible falta a Salma Paralluelo en el centro del campo, y un contra ataque rápido por parte de Alessia Russo, que le ganó la espalda a Irene Paredes, puso el 0-1 en el RCDE Stadium en el minuto 22 de partido y puso el silencio en el campo. Con ese marcador se llegó al descanso, España tenía que espabilar para no quedarse fuera de la Nations League.

En la segunda parte, fue un monólogo de las españolas, controlando el juego y muy bien plantadas en defensa. El cambio de Claudia Pina por Salma fue crucial para la remontada. La jugadora de Montcada salió al campo en el minuto 58 y tan solo necesitó dos minutos para poner la igualada en el marcador. Marcó el 1-1 con un disparo cruzado desde dentro del área que nada pudo hacer Hampton para evitarlo.

El momento álgido de la noche fue cuando de nuevo Claudia Pina, que está de dulce esta temporada, marcó el 2-1 definitivo con un disparo seco desde fuera del área. Después de este golazo el público no paró de corear su nombre en las gradas del estadio del RCD Espanyol.

Una entrada de público un poco pobre de público, unas 12.000 personas, aunque sin cifra oficial por parte de la RFEF. Se vieron muchas familias con niños con camisetas de sus ídolos.