Para analizar este bajón, partamos de tres premisas:
1. Todos los equipos sufren este tipo de bajones a lo largo de una temporada: es imposible que los jugadores estén al 100 % físicamente durante ocho meses, jugando miércoles y domingo.
2. Debe ser labor de los cuerpos técnicos planificar la temporada de forma que este bajón coincida en aquellas semanas donde algunos (posibles) malos resultados impacten menos en los objetivos del equipo.
3. Por mucho que los medios de comunicación hablen de “lo bonito” que es tener un tercer equipo compitiendo con Madrid y Barcelona, a muchos parece olvidárseles un pequeño (gran) detalle: a pesar de llevar los mismos puntos (57) que Real Madrid y Barcelona después de 23 jornadas, el Atlético no tiene un Messi, un Cristiano, un Neymar o un Bale (por citar sólo algunos) que puedan paliar, con su calidad individual, esos momentos de menos rendimiento físico del equipo.
Siendo coherentes con estas premisas, el cuerpo técnico del Atlético de Madrid ha planificado las dos últimas temporadas de la forma siguiente
1. Temporada 2012/13: Los objetivos eran clasificarse para Champions y la Copa del Rey, mientras que la UEFA Europa League (ganada el año anterior) se tomaba como algo secundario. El equipo empezó la temporada “como un tiro”, (casi) aseguró la clasificación para Champions en Navidad y se clasificó con solvencia para la final de Copa del Rey durante enero y febrero (cierto es que el sorteo fue benévolo). A partir de ahí, siendo sinceros, no compitió (y fue eliminado) en dieciseisavos de final de la UEFA Europa League y se dejó ir en lo que restaba de Liga, siendo finalmente tercero, cuando ocupó, hasta febrero/marzo, la segunda posición.
2. Temporada 2013/14: Los objetivos parecen ser competir todo lo que se pueda en Liga y en Champions, mientras que la Copa del Rey parece haber sido secundaria. El equipo ha vuelto a empezar ·como un tiro”, casi ha asegurado la Champions y está pasando el bajón físico durante los meses de enero y febrero, que son los meses donde se disputa la Copa del Rey. De hecho, ha pasado con bastantes apuros las eliminatorias contra Valencia y Athletic de Bilbao y, volviendo a ser sinceros, no ha competido en la semifinal contra el Real Madrid. Ojo, que no se entienda esto como una crítica al equipo; más bien, todo lo contrario: a un nivel físico mucho más bajo del habitual, ha conseguido llegar a semifinales del Copa con un sorteo bastante poco afortunado. Confiemos en que, con vuelta de la Champions la próxima semana, el equipo vaya, poco a poco, recuperando el tono físico y volviendo a competir como nos tiene acostumbrados.
En resumen, el Atlético no tiene ni la amplitud ni calidad de las plantillas de Real Madrid y Barcelona, por mucho que algunos se empeñen. Y no sólo debe rotar jugadores sino que es inevitable que, en algunas fases (o partidos) durante la temporada se baje la intensidad, ya sea de forma natural (por el propio desgaste de los jugadores) o provocada (por indicaciones desde el banquillo).
Como ya he dicho muchas veces, lo del Atlético con Simeone, es un milagro. Semana tras semana.
