El equipo del Colegio Alemán nació en 1998 a iniciativa de algunas alumnas de la academia teutona de la capital del Turia y poco a poco fueron acumulando triunfos y ascendiendo categorías hasta abandonar el fútbol amateur de la mano de la gestión de Pedro Malabia, actualmente presidente honorífico del Valencia Féminas. Con estos éxitos, el DSV (Deutsche Sportverein Valencia) busca alianzas para seguir creciendo y las encuentra de la mano de la Universitat de València y del Levante.
La primera cede sus instalaciones y financiación, aunque mínima, para poder disputar categorías nacionales. El club granota, por entonces campeón de la Superliga, cedía jugadoras en formación para que gozaran de minutos en la alta competición. Empezaron vistiendo camiseta azul con franja negra, posteriormente (2000-07) se impuso la camiseta blanca con franja negra horizontal y pantalón y medias negras para ir aproximándose a los colores valencianistas
con mangas negras y la identificación total de la actualidad. Las primeras temporadas en la superliga fueron de sufrimiento y esfuerzo continuo con el único objetivo de mantener la categoría y seguir creciendo. Ya se fichaban jugadoras del mercado y se empezaba a trabajar la cantera. Llegaba la primera internacional, la guardameta Cristina Estévez.
En 2009 se firma el convenio entre Valencia CF y Colegio Alemán por el cual las chicas pasan a ostentar los distintivos valencianistas aunque sin integrarse en la estructura del club de la Avda de Suecia. Era como un apéndice, como un hermano pobre al cual se le daba la limosna sin darle ni la importancia ni el protagonismo que un equipo femenino en la élite merecía. Paralelamente, equipos como el Bilbao o el Barcelona se volcaban sobre sus secciones femeninas con inversión, preparación y estructura.
Mientras tanto, las chicas se veían obligadas a buscar campos de alquiler mientras la directiva valencianista les regateaba hasta los más mínimos gastos. La agónica situación económica que atravesaba el Valencia CF no era la mejor pero el trato que recibía el Valencia Féminas Club de Fútbol de sus dirigentes era casi de lástima y abandono. Unas instalaciones municipales (Beniferri) eran su sede, negándoles el club su presencia en la Ciudad Deportiva de Paterna.
Entre 2009 y 2013 el Féminas malvive en la Superliga sin más objetivos que la permanencia y la supervivencia en el convenio de 2009 entre el Valencia CF y el Colegio Alemán permitía a las chicas ostentar los distintivos valencianistas, aunque sin integrarse en la estructura del club.
Las vecinas del Levante, más preparadas y organizadas, seguían siendo un equipo poderoso aunque ya no dominante en la liga como en tiempos pretéritos. Barcelona y Bilbao se habían hecho con el poder en la Superliga y la dominaban con claridad, al igual que la Copa de la Reina.
En 2013, con la llegada de la actual directiva, los equipos femeninos reciben algo más de reconocimiento, más respeto institucional y mejores y mayores inversiones. La clasificación mejora y el equipo empieza a contar con mejores jugadoras. Llegan jugadoras del Barça, como la veterana portera Mariajo o la lateral zurda Leila, de la Real Sociedad, como Beristain, criada en la gran cantera de Lezama y las Che incrementan su rendimiento de la mano de Cristian Toro que apuesta por el nuevo proyecto y decide permanecer en el cargo. En la presente temporada, las chicas valencianistas han sido las únicas capaces de mojarle la oreja al todopoderoso Barcelona FC y le han ganado los dos partidos. Jugadoras como Anita Amo o Aran son la base de veteranía sobre la que se recuesta un equipo muy joven nutrido de la propia cantera y de las que ya se encontraban en el equipo con anterioridad a la fusión. Ocupan una más que meritoria 3a plaza pese a la plaga de lesiones que asolaron a las blanquinegras en el primer tercio de liga. A nivel institucional, el equipo femenino cuenta hoy con un reconocimiento infinitamente superior al que tenía y hoy es uno más dentro del club en todos los sentidos.
Entrenan en Paterna las chicas del primer equipo y disputan allí sus partidos. Son una parte importante de la política comunicativa del club y las entrevistas a las jugadoras son habituales en VCF Play, la tele oficial del Valencia CF. En la fachada principal del estadio y santuario valencianista, Mestalla, las lonas de las jugadoras valencianistas ocupan un lugar importante junto a leyendas del valencianismo de la talla de Kempes, Mendiata, Puchades o Claramunt.
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