¿Qué está pasando en el fútbol?
A menudo nos planteamos esta pregunta y otras como, ¿es el fútbol actual al de hace unos años?, ¿se está perdiendo la esencia verdadera?, ¿Merece la pena invertir tu tiempo en el club de tus amores?
Cada nueva temporada creo que todo aficionado se puede plantear una de las preguntas que hemos citado anteriormente, es el fútbol rentable para el aficionado. Ya no solo económicamente si no de sentimiento.
Empezamos deshojando esta gran margarita, por un tema que año tras año es más preocupante, molesto y que hace que el aficionado pierda un poco de entusiasmo por ver a su equipo corriendo por el verde. Hablamos de los derechos de televisión, cada vez más trabas para poder ver el deporte rey, no todo aficionado dispone de tiempo físico para poder acudir a un estadio, o económicamente no puede permitirse una abono, que en este caso a los precios que las televisiones privadas ponen sus suscripciones para ver los partidos es casi igual que acudir a un estadio. Ya no solo las principales divisiones si no las pequeñas categorías son imposibles de ver una retransmisión. Y no solo hablamos de dinero hacia el espectador si no también las facilidades de algunos clubes y trabas burocráticas a la hora de que puedan “echar“ por la tele a tu equipo.
Otro hoja que quitaremos es la corrupción que cada año sale a la luz, eso aunque parezca que no al aficionado llega un momento que su paciencia y su inversión es mermada por esa cantidad de noticias de las gestiones de los que están a cargos en las oficinas, dichos actos poco favorecedores para la confianza del aficionado hace que el interés de hacer un “esfuerzo” sea muy difícil de llevar a cabo por parte de los aficionados. Estas acciones no son nuevas, para que ningún “fútboladicto” se lo tome a mal, quiere decir que antiguamente también había estas acciones pero creo que con las nuevas tecnologías y la aparición de las redes sociales han hecho que esto este mas a la orden del día o sea más visible.
Otra hoja que trataremos es el movimiento descomunal de dinero que se mueve hoy en día para todo el mundo del fútbol. Empezando por los abonos para el aficionado hasta por la cuantía que perciben los jugadores. Movimientos de dinero que hacen que muchos clubes estén endeudados, debiendo cuantías a estamentos públicos que poco se persigue o nada. Con la aparición de nuevas ligas que apuestan mucho por jugadores de renombre y que la opción que tienen es convencer con sumas muy altas, hace también que esa esencia de jugar en equipos (claro está que nadie trabaja gratis) de siempre o apostar tu carrera en ese club que te dio la oportunidad se vea como “jugadores mercenarios”.
Y la gran esencia del fútbol no solo es un aficionado que lo ve por la tele o acude a un campo, también es el que lo practica, antiguamente todo niño salía a la calle a jugar al fútbol con sus amigos, sin importar donde fuese y como fuese. Dos piedras, dos jerseys, dos farolas, cualquier cosa servían de portería, en una plaza, en un parque, en una carretera, cualquier lugar era buen momento para lanzar a rodar el balón.
De dichas plazas salían los mejores jugadores, los cuales tenían el fútbol en sus pies y en su cabeza, no eran futbolistas prefabricados para ser el mejor. Los padres muy lejos de lo que hoy muchos hacen de convertirse en sus entrenadores o managers dejaban que corriesen y fuesen a su aire en dichos “partidillos”. Los niños no lo tenían como algo obligado que tienen que hacer o ejercer para llegar a ser los mejores, la famosa esencia por naturaleza en este deporte, que apremiaba ante todo la diversión de practicarlo.
Estos ejemplos de porque estamos perdiendo un poco el sentido a este deporte o porque cada vez el aficionado le cuesta más el disfrutarlo, no es más una percepción no está claro que los tiempos cambian y la como en la vida el fútbol también. Lo que si quedará siempre presente es que el que tiene un sentimiento hacía un club no lo perderá por nada del mundo.