CESPED EUROPEO – El mundo al revés A modo de atracción turística, el empresario Alexánder Donskói construyó en la capital rusa una casa totalmente invertida; la vivienda, de madera y con un tejado a dos aguas, tiene dos pisos que cuentan con una habitación para niños, un salón, un comedor, un dormitorio y un cuarto de baño.  En este particular hogar, los muebles están pegados al techo y una ligera inclinación del suelo ayuda a agudizar la ilusión de caminar al revés.  El empresario reveló que algunos visitantes entusiasmados rompieron algunos accesorios al colgarse de los muebles. «La gente trata de entender cómo está sujetado. Ya han arrancado una albóndiga de un plato y un chorizo del refrigerador», señaló.

Brasil siempre fue sinónimo de talento, pero el Scratch ya no enamora, genera muy poco futbol, esta verde amárela gusta mucho menos que la de Dunga, desea alcanzar la Copa del mundo a través del musculo y lo que se le pueda ocurrir a Neymar.  Así de simple, sin plan B.  Aún así, creo que la FIFA llevará a la canarinha mínimo hasta semifinales y a partir de allí, que se defienda como pueda.  Probablemente Scolari se salga con la suya, tal vez logre alcanzar la final y ganarla, pero este equipo no transmite nada, ni la fiesta, ni la alegría que era parte del ADN futbolístico brasileño, se perdió la samba de belleza y calidad como marca registrada.
La selección italiana jugo en Manaos contra Inglaterra, venciendo a los inventores del futbol 2-1 con una soberbia exhibición futbolística en la que Andrea Pirlo dirigió la orquesta y Mario Balotelli ejecuto a los británicos.  En pleno corazón de la selva amazónica, el volante italiano soltó 108 pases y completó 103 a su destino como parte de una magistral exhibición de efectividadEl centrocampista fue el modelo de un recital de pases de la Azzurra, con un porcentaje de aciertos de 95,37%, algo no visto en la historia de la máxima cita orbital de selecciones desde la edición de 1966 y los italianos alcanzaron un 92.2% de efectividad en pases, superando a selecciones como la Holanda de Rinus Michels o la España de Del Bosque.
Lo de Italia en Manaos es un claro ejemplo de la propuesta ofensiva de este Mundial, donde todos parecen haberse contagiado por el otrora espíritu del «jogo bonito» que hizo famoso Brasil.  Y ahora, los técnicos de dos campeones del mundo van en contravía; mientras Felipao quiere un futbol pragmático, pobre y excesivamente físico que traiciona la lirica que siempre profesaban los brasileños, Cesare Prandelli encanta con su cambio de filosofía, por el sentido colectivo de ir al frente apostando por el pase en corto y el desborde dejando atrás el añejo apego al catenaccio. 
Ya no hablamos de Pele, Zico, Romario, Ronaldo o Ronaldinho, jugadores que hechizaban aficionados, ahora hablamos de Pirlos y Verrattis; se eliminaron del listado a los ingeniosos que deleitaban con regates, túneles y sombreros para incluir a aquellos pueden competir mejor, dicen los especialistas.  Dejaron que la fantasía hiciera maletas y se fuera a la tierra del candado para que sus jugadores nos regalaran más tiros libres como ese que enloqueció a Hart o hicieran pases sin tocar el balón.  El técnico que en este mundial debía atacar, se defiende y el que solo “servía” para defenderse, ahora ataca y gusta.  El mundo al revés.

Pienso que la casa al revés no dejara de ser una anécdota mientras el cambio por este futbol al revés, permanecerá.  Creo firmemente que el Mundial necesita más equipos así, atrevidos, vistosos, ofensivos, porque como dijo una vez el holandés Johan Cruyff, con el tiempo la gente sólo recuerda a los buenos equipos, incluso si perdieron.