El fútbol está lleno de historias fascinantes y momentos legendarios que perduran en la memoria de los aficionados. Uno de esos momentos que quedará grabado en la historia es la época dorada del «Súper Depor» y su destacado delantero, Roy Makaay. Este artículo nos llevará a través de los gloriosos años en los que el Deportivo de La Coruña y Makaay brillaron en la élite del fútbol español y europeo.

La máquina del tiempo: así sonaba el título del 'Súper Dépor' hace 20 años | Marca.com

Corría la década de los 90, y el Deportivo de La Coruña, un modesto club gallego, estaba a punto de escribir uno de los capítulos más emocionantes de su historia. Bajo la dirección del técnico Javier Irureta, el equipo se convirtió en un verdadero contendiente en la liga española y logró clasificar a la Liga de Campeones de la UEFA.

Fue en la temporada 1999-2000 cuando Roy Makaay, un delantero holandés de gran talento, se unió al Deportivo. Makaay había dejado una huella en el fútbol holandés con sus actuaciones destacadas en el Vitesse y el Tenerife, pero su llegada a La Coruña le daría la oportunidad de brillar en el escenario europeo.

Desde el momento en que pisó el césped del estadio de Riazor, Makaay demostró su calidad y olfato goleador. Su velocidad, habilidad para desmarcarse y su precisión frente al arco lo convirtieron en el delantero estrella del equipo. En su primera temporada con el Deportivo, anotó 22 goles en la liga, lo que le valió el título de máximo goleador y ayudó al club a lograr un histórico segundo lugar en la tabla.

La siguiente temporada, el Deportivo de La Coruña deslumbró a Europa. En la Liga de Campeones, el equipo gallego dejó en el camino a potencias como el Milan y el Paris Saint-Germain, y llegó a las semifinales. Fue en esos encuentros donde Makaay se consagró como una verdadera estrella. En el partido de vuelta de las semifinales contra el AC Milan, anotó uno de los goles más rápidos en la historia de la competición, tan solo en 11 segundos. Ese gol permitió al Deportivo remontar y clasificar a la final, donde finalmente cayeron ante el Bayern de Múnich.

A pesar de la derrota en la final de la Liga de Campeones, el Súper Depor y Makaay habían dejado una huella imborrable en el fútbol europeo. La próxima temporada, el equipo lograría el tan ansiado título de la liga española, rompiendo la hegemonía de los equipos tradicionales como el Real Madrid y el Barcelona.

Makaay continuó destacando en las temporadas siguientes, convirtiéndose en el máximo goleador del Deportivo en múltiples ocasiones y liderando al equipo a varias competiciones europeas. Su habilidad para encontrar el gol y su compromiso con el club lo convirtieron en un ídolo para los aficionados.