A lo largo de la historia de la Copa de Europa, que más
tarde se convertiría en la Champions League, muchos jugadores se han alzado con
el trofeo una vez. Muchos otros lo han hecho dos veces, algunos tres, unos
pocos cuatro, pero solo los elegidos lo han hecho cinco veces.
En este grupo de leyendas que han ganado cinco veces la
Copa de Europa hay muchos jugadores que pasaron por el Milan, el eterno capitán
Maldini, el mítico central Costacurta o el incombustible Seedorf.
Sin embargo, poco queda hoy en día de aquellas
escuadras del Milán que se paseaban por Europa y se enseñoreaban en los
estadios míticos. El Milán entró en un lento declive después de la Champions de
2007. Una mala política de fichajes, un equipo envejecido y un presidente
corrupto no ayudaron a frenar esa lenta pero inexorable caída.

La tarea que el bueno de Seedorf tiene por delante no
se presenta sencilla, es verdad que han llegado dos buenos fichajes como son
Rami y Honda, pero el equipo se encuentra hundido en la clasificación de la
Serie A y solo una segunda vuelta milagrosa de los discípulos de Seedorf haría
posible que se clasificasen para competiciones europeas.
Por si esto fuera poco, en la competición Fetiche del
Milan y de Seedorf, su rival no es otro que el co-líder de la liga española, el
Atlético de Madrid, uno de los equipos más en forma del continente europeo hoy
por hoy.
En su primer partido con Seedorf sentado en el
banquillo vencieron a un correoso Hellas Verona y ya se atisbó la idea de juego
que propone Seedorf. Salida de balón en corto, dar galones a Montolivo y
continuos cambios de posiciones entre los jugadores de arriba.
En definitiva, Clarence apuesta por la posesión y por un
estilo de fútbol atractivo que en los próximos años, porque en este ya parece
imposible, puede dar muchas alegrías a
los seguidores rossoneros.
Si Seedorf consigue juntar una buena base de jugadores
ya contrastados y unir a ellos algunos jóvenes talentos de la cantera como De
Sciglio y sobre todo, atraer estrellas a San Siro, los próximos años los
aficionados del Milán tendrán una sorpresa en la cara, como esa que siempre
luce el amigo Clarence, el nuevo ídolo.