Aún estamos en Enero pero ni el mejor guionista podría haber firmado este arranque de Premier. Darle vueltas a lo mismo una y otra vez puede resultar innecesario. Pero se da el caso de que no lo es. Un campeonato tan bien repartido (económicamente se entiende), tan bien montado, tan bien ejecutado y que vive por y para el espectáculo, termina dando sus frutos. Esa es la diferencia de la Premier con respecto a otros campeonatos que en estas épocas se dedican a descansar y a montar bolos contractuales de última hora contra nuevos ricos franceses.

La última vez que el Arsenal ganó un título era sábado. 21 de mayo de 2005. Los de Wenger se enfrentaron al United en la final de la FA y el resultado fue de 4-5 en los penalties. Paul Scholes falló el suyo. En aquellos años Robben tenía pelo.
Ahora los de Wenger están empeñados en aferrarse al primer puesto de la tabla y aunque en los últimos encuentros les cuesta más ganar, la plantilla goza de ese plus de competitividad y fuerza que quizá le faltara en los últimos años. Ya no son aquellos famosos «invencibles». Es ese equipo en el que todos han empezado a remar a la vez y eso, a la postre, se nota.
Después de su empate a cero con el Chelsea, ha sabido ganar sus tres últimos partidos a West Ham, Newcastle y al Cardiff. Con dificultad, si, pero ha terminado ganándolos. Quizá ese riesgo no le sirva demasiado a la hora de la verdad pero, por el momento, la lucha y la entrega le ha valido para seguir en primera posición.

David Moyes hubiese preferido irse de cotillón, agarrarse una cogorza del quince y pasarse el día siguiente de resaca en la cama luchando por respirar. De nada le va a servir ahora quejarse de los árbitros. Puede que tenga razón, pero ese no es el tema. 34 puntos por el momento. 6 derrotas. Contra los Spurs otra más en Old Trafford. Sigue en la séptima posición, a 11 puntos del Arsenal y a 4 de meterse en puestos europeos. Pero la situación es otra bien distinta. Si, está Rooney, está Januzaj y un buen puñado de jugadores. Pero un buen puñado de jugadores que se marchan de los partidos y adiós muy buenas.

Tim Sherwood se hizo cargo del Tottenham el 17 de diciembre. De momento todavía no hay nadie por White Hart Lane que se haya acordado de AVB. Sobre todo si le ganas al United. Pero ya si resucitas a Adebayor (ese simpático togolés) ya es para morirse. La friolera de 45′ había jugado con Villas-Boas y ahora ya lleva 4 goles con su equipo y parece ir en ritmo ascendente. No sólo abre la lata para su equipo. Corre, se desmarca, pasa. Y si le dejas, te friega después los vestuarios y te cierra las puertas del estadio.

A estas alturas no sé qué se puede decir de Mourinho que no se haya dicho ya. Sus equipos son ordenados, todos los jugadores siguen el mismo guión, cumplen las órdenes de su kaiser y se dejan la piel en el terreno de juego. Sudan la camiseta del equipo que defienden. Que es el que les paga, claro está. Quien no sepa aceptar eso está fuera. Quien no se deje hasta la última gota en el campo, está fuera. Choca que a estas alturas de la temporada el damnificado sea Mata. A Mata quizá no le venga bien el sistema táctico de Mourinho. Pero es lo que hay. Aún así Stamford Bridge (y parece ser que el portugués) siguen confiando en el español. El problema llega cuando no estás fino en un partido, te cambian y te cojes un rebote antológico. Sobre todo porque sabes que no lo has hecho bien y que tu entrenador lleva la razón. Oscar, Hazard, Willian y otros tantos están siguiendo al pie de la letra el guión de Mourinho. Han decidido luchar en la misma guerra. Mata cada día parece más que no está dispuesto a dejarse llevar. Veremos.

El Southampton de Pochettino comenzó como un tiro. Muy pocos daban crédito a lo que estaba logrando el argentino. Contra el Chelsea volvieron a perder (3-0) y su declive comienza a ser bastante preocupante. Solo 2 victorias en los últimos 10 partidos (Hull y Cardiff), adornadas con sendos empates consecutivos (United y City) y el resto todo derrotas, lo que les ha hecho caer a la 9ª plaza. Por la entrega de Mauricio y por la equilibrada plantilla puede que el Southampton todavía tenga algo que decir. Pero de momento lo que importa es que vuelvan a tomar impulso.

Álvaro Ramírez

@alvarord83
@YoSeDeLaPremier

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