El PSG es uno de los equipos más recientes de Europa. Fue
creado en 1970, pero fue en la década de los 90 cuando alcanzó su edad dorada
gracias a la inversión de Canal +. En esa época llegaron a dos finales de
Supercopa y alcanzaron unas semifinales de Champions.
Fue en esa década cuando despuntaron ídolos de la afición
como Paul Le Guen, George Weah, el único balón de oro africano, Kambouaré y
David Ginola.
Sin embargo, pronto llegó el declive, Canal + vendió el club
y este estuvo vagando por la media tabla, esto fue así hasta que el jeque
Nasser al-Kelhaifi se hizo con el control del club y comenzó a invertir en él.
Año tras año han llegado grandes jugadores, primero fueron
Pastore, Alex y Cía, que sirvieron como trampolín para fichar a los dos mejores
jugadores del mundo en sus puestos, Thiago Silva e Ibrahimovic.
Con un plantel plagado de estrellas y de talento, un
entrenador joven pero experimentado en el más alto nivel y con un gran
presupuesto no es ninguna tontería pensar que este PSG puede conseguir la
Champions. La liga la tiene ya encarrilada tras el empate contra el Mónaco y
sin la distracción de la siempre competida Coupe de France la ocasión la pintan
calva.
La alineación tipo del PSG de Laurent Blanc es con Sirigu en
puerta, laterales para Van der Wiel en la derecha y Maxwell (exbarça) en la
derecha, en el eje de la zaga Thiago Slva y Alex. EL centro del campo es la
parcela con más variantes, pueden jugar Matuidi, Verrati y Pastore. Siendo
Motta y Rabiot recambios de completas garantías.
Por si el plantel fuese corto, el PSG este mercado invernal
ha incorporado a Yohan Cabaye, un centrocampista llegador con un gran disparo.
Si las cosas no se tuercen en París, el camino hacia las rondas finales de la Champions no parece nada difícil, su enfrentamiento en octavos es contra un rival asequible, el Bayer Leverkusen que, pese a marchar segundo en la Bundesliga, está bastante lejos del nivel colectivo e individual del PSG.
Dando por supuesto que superarán la eliminatoria esperarán
el sorteo de Cuartos de Final, en el que les puede tocar algún coco. Pero no
deben tener miedo, el año pasado con Ancelotti al mando demostraron que pueden
hacer sufrir muchísimo a un equipazo como el Barça.